La provincia de Misiones dio un nuevo paso estratégico en su compromiso ambiental al integrarse oficialmente a la Red Trinacional de Coexistencia, una iniciativa regional sin precedentes que reúne a instituciones gubernamentales, académicas y de la sociedad civil de Argentina, Brasil y Paraguay. Su propósito principal es promover la convivencia armónica entre comunidades rurales y grandes felinos, en especial con el yaguareté, una de las especies más emblemáticas y amenazadas de América del Sur.
Este acuerdo regional representa mucho más que una articulación institucional. Se trata de una respuesta concreta a un problema complejo y creciente: los conflictos entre seres humanos y fauna silvestre en territorios rurales, producto de la expansión de la frontera agropecuaria, la fragmentación de hábitats y el retroceso de los bosques nativos. La presencia de grandes carnívoros en zonas de producción genera tensiones, pero también es una oportunidad para repensar modelos de desarrollo más sostenibles, inclusivos y respetuosos del entorno natural.
Una alianza estratégica por la biodiversidad regional
La incorporación de Misiones a esta red se formalizó durante un encuentro trinacional celebrado en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, donde se reunieron representantes de organismos gubernamentales, productores rurales, técnicos, universidades, ONGs y referentes comunitarios. La Red Trinacional de Coexistencia tiene su origen en el trabajo conjunto de distintas organizaciones que durante años vienen promoviendo la conservación del yaguareté y otras especies amenazadas en la región del Bosque Atlántico.
Uno de los impulsores principales de la iniciativa es el Proyecto Onças do Iguaçu, que actúa del lado brasileño en el Parque Nacional do Iguaçu. En Argentina, se suman actores clave como la Fundación vidasilvestre y el Proyecto Yaguareté (CeIBA/CONICET), que desarrollan líneas de acción vinculadas al monitoreo de ejemplares silvestres, la restauración del hábitat y el trabajo con comunidades para prevenir ataques al ganado y evitar represalias contra los felinos.
La adhesión de Misiones representa un reconocimiento de la necesidad de actuar de forma coordinada entre los países que comparten los últimos relictos del Bosque Atlántico interior. La selva misionera, uno de los ecosistemas más biodiversos del continente, es el último refugio del yaguareté en la Argentina. Hoy, se estima que quedan entre 90 y 250 ejemplares en libertad en la región del Gran Corredor Verde, un territorio transfronterizo clave para la supervivencia de la especie.

De la conservación a la planificación territorial
Uno de los principales aportes de la Red Trinacional de Coexistencia es el cambio de paradigma que promueve en la forma de concebir el desarrollo rural. Durante mucho tiempo, la presencia de grandes carnívoros fue vista como un problema que debía eliminarse. Hoy, en cambio, se busca integrar su conservación en una planificación territorial más inteligente, participativa y orientada a la sostenibilidad.
La coexistencia no significa negar los conflictos, sino abordarlos de manera activa y preventiva. En muchas zonas rurales de Misiones y del corredor trinacional, los ataques al ganado por parte de yaguaretés o pumas generan pérdidas económicas para pequeños productores. Pero también existen experiencias exitosas de mitigación, como la implementación de corrales eléctricos, el uso de perros pastores o la revalorización del monte nativo como aliado del equilibrio ecológico.
La inclusión de productores en el diseño de soluciones es uno de los pilares del enfoque de la red. Lejos de imponer restricciones, se busca generar acuerdos voluntarios y fortalecer las capacidades locales para proteger tanto la biodiversidad como las actividades económicas. Esto implica formar técnicos rurales, capacitar a promotores ambientales comunitarios, desarrollar materiales educativos adaptados al contexto y fomentar la investigación aplicada.

Educación ambiental y participación comunitaria
Otro de los ejes fundamentales de esta alianza es la dimensión educativa. La conservación efectiva del yaguareté no puede lograrse solo desde la ciencia o la normativa ambiental: requiere de un cambio cultural profundo, en el que las comunidades rurales se reconozcan como parte del paisaje natural y actúen como aliadas en su protección.
En este sentido, la Red Trinacional promueve campañas de sensibilización, talleres participativos, jornadas de campo y otras instancias de formación tanto en escuelas como en espacios comunitarios. La educación ambiental no se limita a transmitir datos científicos, sino que busca construir vínculos emocionales con el entorno, recuperar saberes locales y fortalecer identidades territoriales basadas en el cuidado de la naturaleza.
Misiones, que cuenta con una rica tradición en materia de educación ambiental y participación ciudadana, aporta a la red su experiencia acumulada en programas como el de Guardaparques Escolares, la Red de Escuelas Sustentables o el Observatorio de Biodiversidad. También suma la capacidad de su red de áreas protegidas provinciales y del sistema de Reservas de Usos Múltiples, que articulan conservación y producción de manera innovadora.
Enfoque productivo con perspectiva ambiental
Lejos de contraponer desarrollo y conservación, la Red Trinacional de Coexistencia propone una visión integradora. Uno de sus objetivos centrales es fomentar modelos productivos que sean compatibles con la presencia de fauna silvestre, en especial en zonas de amortiguamiento de áreas naturales protegidas o en corredores ecológicos estratégicos.
Misiones, como provincia agroforestal y biodiversa, enfrenta el desafío de compatibilizar la expansión de la producción con la conservación de sus ecosistemas. En este contexto, la red ofrece un marco de cooperación técnica y política para impulsar buenas prácticas, fortalecer el ordenamiento territorial y acompañar procesos de transición hacia una ruralidad más sustentable.
Entre las líneas de trabajo que se proyectan se incluyen programas de asistencia técnica para productores familiares, mecanismos de compensación por servicios ecosistémicos, certificación ambiental de productos, reconversión de sistemas ganaderos, fortalecimiento de mercados locales y promoción del turismo de naturaleza con enfoque comunitario.
Gobernanza ambiental y cooperación internacional
La creación de la Red Trinacional de Coexistencia también representa un ejemplo de gobernanza ambiental multinivel y de cooperación regional efectiva. Frente a problemas que trascienden las fronteras políticas, como la conservación del yaguareté, se necesitan acuerdos institucionales sólidos que permitan articular políticas públicas, recursos y capacidades de forma coordinada.
La participación activa de los gobiernos subnacionales es clave en este proceso. En el caso de Misiones, la decisión de sumarse a la red fue asumida por el Ministerio del Agro y la Producción, que articula con otras áreas del Ejecutivo provincial, como Ecología, Educación y Turismo. Esta mirada integral del desarrollo sostenible forma parte de la agenda estratégica de la provincia, que ha convertido a la protección ambiental en una política de Estado.
En el plano internacional, la red también contribuye a fortalecer compromisos asumidos por los tres países en materia de biodiversidad, cambio climático y desarrollo sostenible. La conservación del yaguareté figura en los planes de acción de la Convención sobre la Diversidad Biológica, y es una prioridad para redes como el Corredor Biológico Trinacional del Bosque Atlántico.
Perspectivas futuras
La incorporación de Misiones a esta red regional marca un punto de partida para nuevas acciones conjuntas. Entre los próximos pasos se prevé la elaboración de un plan de trabajo trinacional que contemple objetivos específicos, cronogramas de actividades, indicadores de seguimiento y mecanismos de participación.
También se impulsará el desarrollo de proyectos piloto en zonas clave para la coexistencia, como las cuencas rurales de San Pedro, Andresito o El Soberbio, donde se registra la presencia de yaguaretés y se concentran sistemas productivos familiares. Estas experiencias permitirán probar estrategias de prevención, medir impactos y ajustar metodologías en función de los resultados obtenidos.
A mediano plazo, se espera que la red contribuya a reducir significativamente los casos de conflicto entre humanos y grandes felinos, mejorar la percepción social del yaguareté, aumentar la participación comunitaria en la conservación y consolidar un modelo de desarrollo rural basado en el respeto por la vida silvestre y la justicia ambiental.
Un símbolo de esperanza
El yaguareté, con su presencia silenciosa y majestuosa, encarna no solo un patrimonio natural invaluable, sino también una oportunidad para reconstruir el vínculo entre las personas y la naturaleza. Su protección exige esfuerzo, coordinación, empatía y decisión política, pero también ofrece beneficios duraderos: paisajes más equilibrados, ecosistemas más sanos y comunidades más resilientes.
Con la adhesión de Misiones a la Red Trinacional de Coexistencia, se fortalece una apuesta colectiva por ese futuro posible. Una alianza que trasciende límites geográficos y propone una nueva forma de habitar el territorio: en armonía con la vida que nos rodea.
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