Una reciente investigación científica desarrollada por equipos del Conicet, la Universidad Nacional del Litoral (UNL), el INTA y el Instituto Nacional de Limnología reveló una preocupante situación ambiental en arroyos de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. El estudio, publicado en una revista científica especializada, identificó altos niveles de contaminación por agroquímicos, efluentes cloacales e industriales en cursos de agua que desembocan en el Río Paraná.
Concentraciones extremas en Entre Ríos
Entre los casos más graves se destaca el del arroyo Las Conchas, ubicado en Entre Ríos, donde se registró la mayor concentración de glifosato en sedimentos detectada hasta el momento en Sudamérica. Las mediciones alcanzaron los 5002 microgramos por kilo, una cifra que supera ampliamente los niveles considerados seguros para los ecosistemas acuáticos.
Arroyos analizados y biodiversidad amenazada
El estudio incluyó también los arroyos Las Tunas, Espinillo y Crespo, todos ellos afectados por distintas formas de contaminación. Las muestras tomadas en estos cursos de agua mostraron impactos severos en la biodiversidad acuática. En pruebas realizadas en laboratorio, se constató una mortalidad total de renacuajos (especie Rhinella arenarum) en un plazo de 24 horas al ser expuestos al agua recolectada en los arroyos Las Tunas y Crespo. Esto evidencia el nivel de toxicidad presente en esas aguas.

Evidencia de contaminación orgánica y fecal
Los investigadores hallaron también aguas oscuras, de coloración negra y con olor pútrido, lo que sugiere una alta carga orgánica. Los análisis microbiológicos revelaron niveles de Escherichia coli miles de veces superiores a los valores permitidos por normativas ambientales, lo que indica la presencia masiva de efluentes cloacales sin tratamiento adecuado.
Impactos múltiples sobre los ecosistemas
La degradación ambiental no se limita a los efectos inmediatos y letales sobre especies acuáticas. También se observaron alteraciones subletales que afectan el equilibrio de los ecosistemas a largo plazo. Estas incluyen alteraciones hormonales, neurotóxicas, genotóxicas y cardiotóxicas en diversos organismos acuáticos. La presencia de agroquímicos y compuestos industriales actúa como disruptores biológicos, incluso en concentraciones bajas, generando consecuencias que se extienden a lo largo de la cadena trófica.
Origen de la contaminación
Si bien no se identificaron vertidos industriales directos, el estudio atribuye la contaminación a la actividad agrícola e industrial intensiva en la región. El uso extensivo de herbicidas como el glifosato, junto con residuos provenientes de feedlots y otras actividades agroindustriales, estarían afectando la calidad de los cursos de agua. La acumulación de contaminantes en los sedimentos sugiere una carga crónica, sostenida a lo largo del tiempo, que termina desplazándose hacia el sistema del Río Paraná.
Consecuencias ambientales y sanitarias
La contaminación de estos afluentes del Paraná no sólo impacta la biodiversidad local, sino que también pone en riesgo la salud pública de las poblaciones que viven en las cercanías o dependen de estas aguas para usos domésticos, recreativos o agrícolas. La persistencia del glifosato y de otros compuestos en el ambiente acuático representa un peligro latente, tanto por su bioacumulación en especies como por su potencial efecto tóxico en humanos.
Falta de respuesta estatal
A pesar de la gravedad de los hallazgos, los equipos de investigación que llevaron adelante el estudio no han recibido, hasta el momento, respuestas oficiales por parte de organismos estatales. La ausencia de medidas o reacciones por parte de las autoridades refleja una debilidad estructural en la gestión ambiental, particularmente en lo que respecta al control de residuos agroindustriales y a la fiscalización de los cuerpos de agua.
Revisión de políticas y regulaciones
El estudio advierte sobre la necesidad urgente de revisar las normativas vigentes relacionadas con el uso de agroquímicos y el vertido de efluentes, así como de garantizar el cumplimiento efectivo de las leyes ambientales. Las condiciones registradas en los arroyos relevados no sólo vulneran la normativa nacional, sino que además comprometen acuerdos internacionales en materia de protección ambiental.
Un llamado de alerta para la región
La situación detectada en Santa Fe y Entre Ríos se inscribe en un contexto más amplio de presión ambiental sobre el sistema del Paraná, uno de los ríos más importantes de América del Sur. La degradación progresiva de sus afluentes representa una amenaza regional para la biodiversidad, los sistemas productivos sustentables y las comunidades humanas que dependen del recurso hídrico.
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