En el marco de un operativo intensivo de fiscalización y control ambiental, el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, con el apoyo de la Administración de Parques Nacionales, llevó adelante una patrulla conjunta de dos días sobre el río Paraná. El objetivo principal fue resguardar la fauna acuática y garantizar el cumplimiento de la veda total de pesca vigente hasta el 20 de diciembre de 2025 para el tramo Paraná-Iguazú.
La acción se desarrolló en la zona sur del área de influencia del río Paraná y sus afluentes, en cumplimiento de la Resolución 406/25, que establece la prohibición de toda actividad de pesca en ese sector. Del operativo participaron agentes del GOS dependiente del Ministerio de Ecología, provenientes de los parques provinciales Salto Encantado, Profundidad y Campo San Juan, junto a guardaparques de la Administración de Parques Nacionales del Parque Federal Campo San Juan.
El despliegue incluyó dos embarcaciones y un móvil terrestre de apoyo logístico, permitiendo fiscalizar más de 100 kilómetros, de los cuales el 80% se recorrió por vía acuática. Durante la primera jornada, el patrullaje se inició en el puerto de Santa Ana, recorriendo la desembocadura del arroyo y navegando 2,5 kilómetros aguas adentro para fiscalizar el límite con el Parque Federal Campo San Juan. Posteriormente, el operativo continuó hasta la zona del Parque Ecológico El Puma, donde se inspeccionaron las costas y sectores utilizados como campamentos de pesca, estableciendo allí la base operativa.
El segundo día, desde la base en El Puma, el recorrido se extendió hacia el arroyo Garupá, abarcando la zona costera de la Reserva Urutaú y el sector ribereño con Garupá. Luego, los guardaparques ingresaron al arroyo Pindapoy, un punto históricamente utilizado para actividades de pesca y caza ilegal. Estas inspecciones permitieron cubrir áreas críticas y reforzar la presencia del Estado para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente.

Como resultado de la fiscalización, se desactivaron más de 60 boyas empleadas para la colocación de redes de pesca, se decomisaron dos espineles y se incautó una embarcación hallada en la costa con evidentes signos de pesca reciente en infracción a la veda, aunque sin tripulantes en el lugar. Además, se inspeccionaron cinco sectores con posibles campamentos, de los cuales tres presentaban indicios recientes de actividad ilícita, como fogones y rastros vinculados a la pesca.
De manera complementaria a las tareas de control, el personal mantuvo diálogo con pobladores locales, reforzando la importancia de respetar la veda total de pesca como herramienta clave para la conservación de los recursos ictícolas del río Paraná y la protección de la biodiversidad. Esta interacción contribuye a generar conciencia sobre la necesidad de proteger los ecosistemas acuáticos y asegura que las normas ambientales sean comprendidas y acatadas por la comunidad.

El operativo evidencia la articulación entre distintos niveles del Estado provincial y nacional, combinando recursos humanos, logísticos y técnicos para garantizar un control efectivo de la actividad pesquera. La presencia simultánea de agentes del Ministerio de Ecología y guardaparques de la Administración de Parques Nacionales permite un abordaje integral, asegurando la protección de la fauna acuática y la preservación de los ecosistemas ribereños.
Asimismo, la patrulla sobre el río Paraná subraya la importancia de la prevención y el cumplimiento de la normativa ambiental como herramientas esenciales para conservar los recursos naturales. La fiscalización, combinada con la educación y el diálogo con la población local, contribuye a fortalecer un modelo de gestión ambiental sostenible, que busca equilibrar el uso responsable de los recursos con la conservación de la biodiversidad.
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