El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió su previsión trimestral para los meses de febrero, marzo y abril, ofreciendo un panorama de lo que podemos esperar en términos de temperatura y precipitaciones en distintas regiones del país. Esta información llega en un momento crucial, marcado por una ola de calor persistente que ha afectado a vastas áreas de Argentina desde el pasado 21 de enero.
La ola de calor, que comenzó en la zona norte de la Patagonia, fue avanzando implacablemente hacia el norte, con temperaturas que han alcanzado récords históricos para el mes de febrero. Localidades como Salta, Santiago del Estero y Tucumán han registrado cifras superiores a los 40 grados Celsius, con picos de 44,5 grados en el departamento Rivadavia de Salta. Este fenómeno, exacerbado por la presencia del fenómeno de El Niño, resalta la importancia de comprender y anticipar los cambios climáticos.
El pronóstico del SMN revela un panorama mixto para los próximos tres meses. En términos de precipitaciones, se esperan niveles superiores a lo normal en el sur del Litoral argentino, abarcando provincias como Entre Ríos y Santa Fe, así como en el norte del Litoral (incluyendo a Misiones) y en Córdoba. Sin embargo, existirá un déficit de lluvias pronunciado en el noroeste del país y en el oeste y sur de la Patagonia.
En lo que respecta a las temperaturas, se anticipa un aumento en la ocurrencia de temperaturas medias superiores a lo normal en el Noroeste, Norte, Cuyo y sur de la Patagonia. Esto significa que estas regiones experimentarán un clima más cálido de lo habitual. Por otro lado, se espera que las temperaturas se mantengan normales o incluso por encima de lo normal en el Litoral, Santa Fe, Córdoba y el centro y norte de la Patagonia. No obstante, los expertos advierten sobre la posibilidad de temperaturas máximas extremadamente altas, especialmente en el extremo norte, noroeste y centro-oeste del país, especialmente al inicio del trimestre.
Es importante tener en cuenta que estas previsiones climáticas ofrecen una visión generalizada y media del clima durante el trimestre, y no tienen en cuenta eventos de corto plazo como olas de calor o bloqueos atmosféricos. Sin embargo, sirven como una herramienta valiosa para planificar y adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes en nuestro país.