Hydrocult convierte la energía cinética de los autos en una fuente limpia y renovable de hidrógeno, sin necesidad de altas presiones ni temperaturas extremas.
En un contexto mundial donde la necesidad de fuentes energéticas limpias y sostenibles se vuelve cada vez más urgente, tres jóvenes ingenieros italianos desarrollaron un innovador dispositivo capaz de transformar el tráfico vehicular en energía limpia. El proyecto, denominado Hydrocult, permite generar hidrógeno verde a partir de la energía cinética producida por los vehículos al circular sobre badenes. Lo que tradicionalmente se percibe como un simple elemento para reducir la velocidad, se transforma ahora en una herramienta clave para la transición energética global.
Hydrocult fue creado por Francesco Petralia, Tommaso De Santa y Paul Ples Vasile, tres estudiantes del Instituto Técnico Industrial Estatal “A. Volta” de Alessandria, Italia. El desarrollo ha sido tan prometedor que fue seleccionado para participar en la prestigiosa Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería (ISEF) 2025, que tendrá lugar en Columbus, Ohio (Estados Unidos), donde se presentan los proyectos científicos más destacados a nivel mundial entre estudiantes preuniversitarios.

¿Cómo funciona Hydrocult?
Hydrocult se basa en un principio sencillo pero poderoso: aprovechar la energía que ya se genera a diario por millones de vehículos, pero que normalmente se desperdicia. El sistema consiste en una serie de badenes especiales que, al ser comprimidos por el peso de los autos que los atraviesan, generan energía cinética. Esta energía se transforma a través de un sistema mecánico y químico que produce hidrógeno verde sin necesidad de utilizar temperaturas elevadas ni presiones extremas, lo que reduce significativamente los costos y riesgos del proceso.
Según explicaron sus creadores, “el sistema se basa en la recuperación de la energía cinética producida por los coches al pasar sobre badenes para convertirla en hidrógeno”, tal como detalla el diario El Español. Esta innovación no solo contribuye al ahorro energético, sino que permite una producción descentralizada de hidrógeno, adaptable a entornos urbanos o rutas de alto tránsito.
Hidrógeno verde: el futuro energético ya está aquí
El hidrógeno verde es una de las grandes promesas dentro del panorama energético mundial. Se trata de hidrógeno producido a partir de fuentes renovables, como la energía solar o eólica, mediante un proceso de electrólisis del agua que no genera emisiones contaminantes. A diferencia del hidrógeno gris o azul, que depende de combustibles fósiles, el hidrógeno verde representa una alternativa verdaderamente limpia.
Este vector energético es fundamental para sectores de difícil electrificación, como la industria pesada, el transporte marítimo y aéreo, o la producción de fertilizantes. Además, puede almacenarse con relativa facilidad y liberarse cuando se requiere, algo que otras fuentes renovables, como la solar o eólica, no pueden hacer sin costosos sistemas de almacenamiento.
España y el liderazgo global en hidrógeno verde
En los últimos años, España se ha posicionado como uno de los líderes mundiales en la producción de hidrógeno verde, concentrando alrededor del 20% de los proyectos anunciados a escala global. Este impulso responde tanto a condiciones climáticas favorables como al decidido apoyo institucional y empresarial para avanzar hacia una economía libre de emisiones.
Iniciativas como Hydrocult encajan perfectamente en esta tendencia. Aunque fue ideado en Italia, su aplicación podría extenderse rápidamente a cualquier país con una infraestructura vial desarrollada y una visión hacia la sostenibilidad.
Tecnología, jóvenes e innovación al servicio del planeta
Lo más destacable de Hydrocult, además de su ingenio tecnológico, es que nace del trabajo de tres estudiantes que aún no han terminado su educación superior. Su capacidad para pensar fuera de lo convencional y aportar soluciones concretas a desafíos globales es una muestra clara del potencial de las nuevas generaciones para liderar el cambio climático y la transformación energética.
Al ser presentados en la ISEF 2025, Petralia, De Santa y Ples Vasile no solo expondrán su invención al mundo, sino que también demostrarán que la lucha contra el calentamiento global puede encontrar aliados inesperados en la vida cotidiana: incluso en un simple badén.
Un paso más hacia un futuro sostenible
Hydrocult se convierte así en un ejemplo de cómo la tecnología puede transformar problemas cotidianos en soluciones ecológicas. Con un enfoque práctico, económico y sustentable, el sistema promete abrir una nueva vía para la generación de hidrógeno verde, directamente ligada a la movilidad urbana.
En un mundo que busca desesperadamente alternativas al modelo energético actual, este dispositivo no solo genera energía, sino también esperanza: la de que el futuro puede construirse con creatividad, compromiso y una visión clara de sostenibilidad.
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