Según datos oficiales, se estima que los desmontes fueron reduciendo en las últimas décadas, llegando en los últimos tiempos a una marca de entre 5.000 y 3.500 ha/año. “El cambio del uso de suelo para la agricultura y la explotación forestal, como causas históricas, son a su vez actividades primarias en una provincia de prácticas complejas, pero que en los últimos años viene demostrado una importante disminución que en parte tienen que ver con las diferentes reglamentaciones vigentes y la concientización de conservar el bosque nativo”, concluye el trabajo de investigación realizado por la ingeniera forestal Stefani Suárez, publicado por la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM.