Durante las últimas semanas, el Glaciar Perito Moreno —uno de los íconos naturales más emblemáticos de la Patagonia— ha mostrado señales de un retroceso acelerado, con desprendimientos masivos de hielo tanto en su frente visible sobre el lago Argentino como en su base subacuática.
Tanto guías turísticos como guardaparques y fotógrafos locales han manifestado su preocupación ante los cambios estructurales observados en el glaciar. En particular, la aparición de un gran socavón en la cara norte, sumado a imágenes recientes que evidencian una fuerte erosión respecto al mes anterior, ha incrementado el nivel de alerta.
El equilibrio se rompe: señales de un retroceso sostenido
Históricamente, el Glaciar Perito Moreno fue considerado uno de los pocos en equilibrio dinámico, es decir, mantenía una relación relativamente estable entre la masa de hielo que perdía y la que ganaba por acumulación de nieve. Sin embargo, ese equilibrio parece haberse quebrado.
Datos científicos revelan que el glaciar pierde, en promedio, 8 metros de altura por año. Además, se está adelgazando y retrocediendo, lo que debilita su estructura frente a la presión del agua del lago y pone en riesgo su anclaje al lecho rocoso. El balance de masa actual es negativo: pierde más hielo del que logra recuperar.
Relevamientos con drones para entender el fenómeno
Ante esta situación, especialistas del Parque Nacional Los Glaciares llevarán adelante un relevamiento con drones, que permitirá obtener imágenes detalladas del estado actual del glaciar. El material será analizado por el glaciólogo Pedro Skvarca, reconocido por su trabajo en la región.
Este monitoreo busca registrar la evolución de la erosión y proyectar el comportamiento del glaciar en diferentes escalas temporales. Uno de los principales objetivos será evaluar el riesgo de que el Perito Moreno pierda su anclaje, un punto de inflexión que podría acelerar drásticamente su retroceso.
Una advertencia sobre el impacto del cambio climático
La posibilidad de que el Perito Moreno siga el mismo camino de retroceso que otros glaciares cercanos, como el Upsala y el Viedma, refuerza la necesidad de un monitoreo constante. Para los científicos, este fenómeno es una evidencia más del impacto del cambio climático sobre los glaciares patagónicos.
Más allá de su valor turístico y simbólico, el Perito Moreno cumple un rol fundamental como indicador del estado ambiental en la región. Su evolución será clave para comprender los efectos del calentamiento global en los ecosistemas de alta montaña.
