En el debate en el que los jefes de Estado hablaron ante la Asamblea de Naciones Unidas y de lo que fueron los eventos de la Climate Week New York City, el secretario general de la ONU dejó su mensaje. El High Level Champion de la COP27 que se celebrará en Egipto en noviembre próximo, Mahmoud Mohieldin, fue contundente: “No voy a creer nada sobre pérdidas y daños hasta que no vea la acción. Este es un problema de financiamiento. Necesitamos ver el dinero”
“Nuestro mundo es adicto a los combustibles fósiles. Es hora de una intervención. Necesitamos hacer que las empresas de combustibles fósiles y sus facilitadores rindan cuentas”. António Guterres no tiene pelos en la lengua a la hora de referirse a los combustibles fósiles. El secretario general de Naciones Unidas es contundente sobre la procedencia del problema y, en virtud de ello, sobre lo que hay que hacer. Esa contundencia estuvo presente en el discurso que dio en la apertura del Debate General este martes, es decir, antes de que los jefes de Estado dieran sus bellos discursos.
Para Guterres, la continuidad del modelo de producción y consumo basado en la explotación de combustibles fósiles no sólo encuentra directamente su responsabilidad en las empresas propias de la industria, que perpetúan el modelo y se resisten a transicionar; sino también en múltiples otros actores que apoyan estos intereses.
Bancos, administradores de activos, instituciones financieras y una maquinaria de relaciones públicas que protege los intereses de ese modelo que nos trajo a esta situación de cambio climático.
Hecho el diagnóstico, visibilizada la acción necesaria. El secretario general no es ingenuo: sabe que no podemos cerrar la canilla de los combustibles fósiles de un día para otro, pero sí es lo suficientemente inteligente como para ver que, en lugar de hacer todo lo posible para transicionar a un modelo compatible con la necesaria acción climática, son muchos los actores que se resisten al cambio. ¿Qué hacemos entonces?
“Los contaminadores deben pagar”
Así, cortito y al pie. Para Guterres los contaminadores deben rendir cuenta sobre ese daño que han ocasionado y están ocasionando. ¿Cómo? Su propuesta es que las economías desarrolladas pongan un impuesto a las ganancias extraordinarias de las empresas de combustibles fósiles. El famoso precio al carbono. Pero eso no es todo. No se trata sólo de que paguen por el impacto negativo que generan, sino que ese dinero se utilice para generar impacto positivo. Es decir, en términos de la propuesta que Guterres hizo (o urgió) a los jefes de Estado, que los fondos se dirijan a los países que más sufren pérdidas y daños por los impactos presentes del cambio climático, y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía -situación profundizada por la guerra en Ucrania-.
En pocas palabras: contaminás, pagás; y ese dinero tiene que ayudar a quienes se ven afectados por tu contaminación. That’s it.
Esta es la propuesta, el pedido de Guterres, no la realidad actual. Y ya veremos cómo los responsables le escapan -valga redundancia- a esa responsabilidad.
En su rol como secretario de una organización internacional, Guterres tiene la función de pedir, exigir, urgir a los tomadores de decisión de las naciones. Es por ello que el miércoles en la tarde convocó a líderes a una Mesa Redonda Informal sobre Cambio Climático. Mesa que fue cerrada = no pude ingresar. Mesa sobre la cual aún no se han dado a conocer la lista de los “líderes” que participaron ni los temas de conversación (emoji de ojitos). Pero en la espera a que Guterres nos diera unas palabras, vi al enviado presidencial especial para el Clima de Estados Unidos, John Kerry.
En esa Mesa, Guterres le pidió a los líderes que trabajen en cuatro temas concretos de acción climática. Y se los pidió no para la conferencia climática COP27, sino para antes de que ella ocurra, es decir, para antes de noviembre de este año. Esos cuatro temas son: mitigación, financiamiento, adaptación, y pérdidas y daños. Esos cuatro temas son, aún cuando uno lleva el nombre, temas de financiamiento.
Mitigación. Guterres pide a los líderes compromisos (e implementación, claro) de reducción de emisiones más ambiciosos. Sabemos que, aún si los países cumplen con los compromisos hasta ahora asumidos, estamos muy lejos de la senda de limitar el calentamiento por debajo del 1,5°C. “Las emisiones deben reducirse en un 45% antes de 2030. Los compromisos actuales las incrementarán en un 14%”, argumentó.
Sabemos que la mayor diferencia la harán los países más emisores. Para que los países en desarrollo también puedan aportar en la reducción y hacer las transiciones necesarias necesitan de algo: ayuda financiera, dinero, money.
Financiamiento. De hecho, los países desarrollados se comprometieron a movilizar US$100 mil millones anuales desde 2020 a 2025 a los países en desarrollo para que puedan implementar sus políticas climáticas. Pero. Aún no pusieron el dinero sobre la mesa. “Los compromisos con el mundo en desarrollo deben cumplirse en su totalidad. Inmediatamente. El mundo necesita claridad sobre cómo los países desarrollados entregarán los US$100 mil millones al año”, sentenció Guterres.
Adaptación. La idea es que parte de ese financiamiento se dirija a medidas de adaptación a los impactos ya presentes del cambio climático. La realidad es que hay una notable desigualdad en el destino de los fondos que prioriza la mitigación. De allí que Guterres enfatizó que se debe duplicar el apoyo destinado a adaptación a US$40 mil millones anuales para 2025. Si no se da dinero para que los países se adapten, sólo vamos a tener más pérdidas y daños. Y eso también implicará costos.
Pérdidas y daños. EL tema de disputa de la COP26, EL tema de debate para la COP27. Guterres se mostró alineado con el pedido de la sociedad civil de que se termine el tiempo de la conversación sobre el tema y se pase a la acción. “Es un tema de justicia climática, solidaridad internacional y construcción de confianza”, argumentó.
Cuatro temas de la necesaria acción climática que, más allá de sus propios tecnicismos, son temas hoy sobre financiamiento. Un financiamiento que está rompiendo el multilateralismo o, más precisamente, la confianza entre los países desarrollados que no cumplen co.n lo comprometido y países en desarrollo que esperan la implementación de esa promesa mientras sufren los impactos de inundaciones severas, sequías intensas y olas de calor mortales.
Fuente: ArgentinaForestal.com / Red/Acción. Por Tais Gadea Lara