Tanto en la zona norte como en la zona del Alto Uruguay, las lluvias aplacaron los incendios pero no fue suficiente como para recuperarse del déficit hídrico, y ante las condiciones climáticas el riesgo de propagación de fuego se mantiene en alerta máxima y rige la prohibición de usar el fuego y realizar quemas en zonas rurales, forestales, peri-urbanas y urbanas, incluso las denominadas “quemas controladas”, dijo Luis Chemes, director del Plan de Manejo del Fuego, dependiente del Ministerio de Ecología de Misiones.
“En El Soberbio cayeron 200 mm de agua con las lluvias, pero la prolongada sequía se mantiene, lo que hace propenso a que el fuego se propague. Se mantiene el déficit hídrico y la prohibición de quemar en la zona. Sin embargo, la gente sigue quemando. Nosotros (Bomberos Voluntarios) nos acercamos a los lugares que nos alertan de una quema y tratamos de educar e informar a la vez los pobladores y vecinos, mientras que pedimos que apaguen esa quema o ayudamos a hacerlo”, sostuvo, por su parte, Julián Kruszelnicki, Jefe de Bomberos Voluntarios de la localidad.
Este lunes alertaron por dos columnas de humo que se avizoraban desde la Ruta 2 en la zona de Colonia Pepiri, en la zona del Lote 8 donde semanas atrás se vivió el mayor incendio de los últimos tiempos en Bosques Nativos en la Reserva de Biosfera Yabotí, afectando alrededor de 348 hectáreas. “Se trataba de troncos que se reactivaron por el calor, pero no representaban ningún peligro. Hasta el lugar fueron los bomberos voluntarios de El Soberbio a revisar y verificar la situación que alertaron los propios vecinos de la zona, y el alerta permitió evaluar el riesgo de propagación”, explicó Chemes.
En ese contexto, indicó que las lluvias caídas en estos días no fueron suficiente como para recuperar el déficit hídrico, y ante las condiciones climáticas el riesgo de propagación de fuego se mantiene en alerta máxima y también se mantiene la prohibición de usar el fuego y realizar quemas en zonas rurales, forestales, peri-urbanas y urbanas, incluso las denominadas “quemas controladas”.
“Tenemos que ser conscientes de los genera una quema cuando se descontrola. Daños económicos, ambientales, materiales humanos, además de los recursos disponibles. Hay que tener en cuenta todos esos factores”, detalló.
De esta manera, mensaje en el que se insiste dejar claro a la población desde el Ministerio de Ecología es que “toda quema es ilegal” en estos momentos. “Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos el inicio del fuego se debe al factor humano, hay que continuar con los cuidados para impedir posibles daños”, remarcó el funcionario.
Evitar el uso del fuego
La importancia de formar e informar a la población sobre los riesgos asociados a los incendios es clave, donde aun no se tiene un reporte oficial de las perdidas por las quemas semanas atrás, pero más allá de las cifras de la extensión o no de la superficie dañada, hay que evaluar desde la gestión local y de cada jurisdicción afectada las pérdidas en estructuras, viviendas, bienes materiales, además del valor ambiental de los bosques nativos afectados en áreas protegidas y el invaluable daño a la biodiversidad.
La semana pasada más de diez municipios de Misiones se vieron afectados por incendios en bosques cultivados y reservas como la Reserva de Biosfera Yabotí y áreas protegidas del Teyú Cuaré y Cuña Pirú. La lluvia de los últimos días logró apaciguar las llamas, pero el trabajo en prevención desde diferentes organismos públicos, bomberos voluntarios, ONGs ambientales, UNaM y consorcios de manejo de fuego privado fueron reforzados para evitar otros desastres sobre los recursos naturales.
Fabián Romero, decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Eldorado advirtió que “las consecuencias de los incendios son sumamente graves para toda la biodiversidad, pensando que estamos en un ecosistema o ecorregión que es la selva paranaense o mata atlántica, que es un ecosistema que de por sí ya está en riesgo en el mundo”.
El académico sostuvo que “los meses siempre más complejos para los incendios son diciembre y enero, que son los más secos. Esta situación se va a acentuar y hay que extremar las medidas de prevención”.
“Los incendios generan un altísimo impacto ecológico ambiental en nuestros ecosistemas”, agrega Alicia Bohren, rectora de la UNaM e ingeniera forestal. Desde su formación profesional, explica que “los ecosistemas vegetales y forestales conservan una gran biodiversidad de plantas y animales, además de otros servicios ambientales como la purificación del aire, la filtración del agua, el mantenimiento y calidad del suelo, conservación de la materia orgánica, el reciclaje de nutrientes. Es decir, los efectos directos o indirectos del ecosistema son importantes para nuestras vidas”.
Para la rectora es importante “trabajar mucho sobre la responsabilidad social respecto a la importancia que tienen los bosques para la vida del ser humano, no solamente los beneficios ecosistémicos, sino también los recreativos… No queda otro camino que trabajar en la conciencia ambiental y el respeto hacia la biodiversidad, hacia las personas y el bien público”.
«Sabemos que en la mayoría de los casos son incendios intencionales. En nuestra provincia tenemos una práctica milenaria de utilizar el fuego como un mecanismo para preparación de terreno para actividades agrícolas o forestales y si bien rige una prohibición de quemas de hace mucho tiempo, hoy se sigue utilizando”, explicó el decano.
Sobre los factores que inciden a la propagación del fuego, Romero detalló: “Cuando hay muy poca humedad y mucha biomasa (materia seca, hojas y ramas) es el combustible ideal para iniciar el fuego. También depende de otros factores como el viento, eso dificultad aún más la posibilidad de controlarlo. Es fundamental la alerta temprana, cuando el foco se inicia llamar a las autoridades y que intervengan”.
A su vez, señaló que “el vecino debería evitar la quema. Las consecuencias pueden ser muy graves. Algo que puede ser una pequeña hectárea para plantar la mandioca o el maíz, hoy puede terminar siendo 500 o 600 hectáreas de quema con daños al ambiente irreparables. Hace falta tomar mucha conciencia”.
Reserva Privada Natural y Cultural Papel Misionero, dentro de la Reserva de Biosfera Yabotí, en El Soberbio
Bosque Atlántico: «el último remanente vírgen todavía existe en Sudamérica, en la reserva de Papel Misionero en Yabotí»
Paralelamente, con preocupación frente a la situación de riesgo que se vivieron en la Reserva de Yabotí con los incendios forestales, que además de focos en el Lote 8 y Lote 9 –propiedad de Juan Alberto SA-, se vieron afectadas zonas lindantes e incluso focos dentro del área protegida que pertenece al Grupo Arcor con todo el patrimonio industrial y forestal de Papel Misionero en la provincia, “un bosque primario tan grande como 9.000 hectáreas todavía existe en el Bosque Atlántico de Sudamérica”, expresó el biólogo Martjan Lammertink (IBS-Conicet-UNaM), que lleva nueve años en el territorio realizando investigaciones.
En este sentido, explicó que el Bosque Atlántico es un foco de biodiversidad con una riqueza de especies solo poco debajo de la Amazona, pero con muchas más especies amenazadas debido a que en un 88% de su cobertura original del bosque fue perdido.
“De lo que queda, en Paraguay y sur de Brasil casi todo es bosque secundario o tiene una historia de tala. Sin embargo, en la provincia de Misiones, en la Argentina, tenemos está la Reserva Natural Cultural Papel Misionero con una superficie de 10.400 hectáreas, de lo cual 90% es bosque primario”, valoró el investigador Lammertink.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest