En un reciente informe emitido por el Climate Prediction Center (CPC) de la NOAA, se reveló que el actual fenómeno de «El Niño» está encaminándose hacia un pico histórico de intensidad, colocándolo entre los cinco eventos más potentes registrados desde 1950.
Esta actualización eleva la probabilidad de que alcance la categoría «históricamente fuerte» a un sorprendente 54%, en comparación con el 35% en la anterior evaluación.
Las consecuencias de este fenómeno se harán sentir en la Patagonia, donde se esperan días más húmedos con lluvias y oscilaciones térmicas extremas. Se proyecta que El Niño persistirá hasta el verano del hemisferio sur de 2023-24, con un probable punto culminante durante la temporada de noviembre-enero.
Las últimas mediciones indican un claro fortalecimiento de El Niño, evidenciado por el aumento de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial. Las anomalías en las temperaturas de la subsuperficie también han experimentado un significativo incremento, sugiriendo un fenómeno en crecimiento.
El Índice del Niño Oceánico (ONI), una métrica clave, alcanzó una anomalía de temperatura de 1,8 °C de septiembre a noviembre, proyectándose que se mantendrá en 2,0 °C o más, lo que lo colocaría en la categoría de «históricamente fuerte». Comparativamente, los eventos más intensos registrados ocurrieron en 1972–73, 1982–83, 1997–98, y 2015–16.
Argentina, siendo particularmente sensible a los fenómenos climáticos de El Niño, ya experimenta impactos notables. Desde agosto, se observa un cambio drástico en las condiciones climáticas, con un aumento significativo de las precipitaciones en el norte del Litoral y el sur de Brasil, mientras que las provincias centrales experimentaron una distribución más tardía de lluvias.
Las crecidas repentinas de los principales ríos en el Litoral, incluyendo a Misiones generaron evacuaciones y daños considerables, subrayando la vulnerabilidad del país ante eventos climáticos extremos. A medida que El Niño se intensifica, se espera que las precipitaciones continúen con mayor frecuencia e intensidad en los próximos meses, aunque con algunas excepciones posibles en el sur de la región Pampeana.
En términos de temperaturas, se anticipa una variabilidad marcada en el centro y norte de Argentina, con periodos cálidos intercalados con momentos más fríos. El oeste de Argentina, principalmente en el NOA, y la Patagonia podrían experimentar temperaturas más elevadas, mientras que la zona central y el noreste tendrán temperaturas más moderadas debido a una mayor humedad y nubosidad.
El fenómeno de El Niño se intensifica, y sus efectos se harán sentir en diversas regiones de Argentina, desencadenando condiciones climáticas extremas y desafíos significativos para la población y las autoridades locales.
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