La población de yaguaretés en la zona Centro de Misiones enfrenta un riesgo inminente de extinción. Con el respaldo de diversas instituciones científicas y organizaciones no gubernamentales, se evalúa un programa de refuerzo poblacional para revertir esta crítica situación. La Reserva de Biosfera Yabotí, un área clave para la conservación de la especie, se perfila como el escenario ideal para implementar esta estrategia.
El Yaguareté (Panthera onca), el mayor felino de América, es objeto de intensos esfuerzos de conservación en las últimas décadas debido a su condición de especie en peligro crítico de extinción. En Misiones, uno de los refugios más importantes para esta especie se encuentra en la Reserva de Biosfera Yabotí, que abarca más de 250.000 hectáreas de selva paranaense. Este vasto territorio, que forma parte de uno de los mayores remanentes continuos de este ecosistema en el mundo, alberga otras especies en peligro, como el águila harpía. No obstante, la situación del yaguareté en la región es preocupante.
En este contexto, el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), junto al Ministerio de Ecología de la Provincia de Misiones y diversas instituciones científicas como el Proyecto Yaguareté del CeIBA y el Instituto de Biología Subtropical (CONICET-UNAM), está impulsando un ambicioso proyecto de refuerzo poblacional. Según Agustín Paviolo, investigador del CONICET y coordinador del Proyecto Yaguareté, el objetivo es aumentar la población de la especie en la zona mediante la traslocación de individuos desde otras áreas de Misiones, particularmente del norte del corredor verde, donde la población de yaguaretés ha mostrado signos de recuperación.
Desde 2005, se realizan relevamientos en la zona de Yabotí con el fin de monitorear la población de yaguaretés. Sin embargo, los resultados obtenidos a lo largo de los años han sido alarmantes. A pesar de un esfuerzo considerable por parte de equipos de investigadores y guardaparques, los registros de la especie fueronescasos. En el relevamiento de 2021, se identificó a un solo individuo, un macho adulto que fue bautizado como “Yabotí”. Este animal, que ya había sido detectado en otros puntos del Corredor Verde, continúa siendo el único ejemplar registrado en la zona.
La escasez de registros, especialmente la ausencia de hembras, evidencia la amenaza de extinción de la especie en la región. En términos de densidad poblacional, Yabotí presenta cifras extremadamente bajas, con un solo ejemplar documentado en más de 16 años de monitoreo continuo. Esta situación resalta la urgencia de intervenir para evitar que el yaguareté desaparezca de una de las áreas más importantes para su conservación global.
En ese sentido, Paviolo explicó que la propuesta consiste en trasladar hembras de yaguareté desde zonas del norte de la provincia hacia la Reserva de Yabotí. Estos ejemplares serían capturados, mantenidos en recintos adaptados en la nueva zona, y luego liberados una vez que se reproduzcan. El proyecto también contempla un monitoreo riguroso para asegurar la adaptación de los animales y el éxito reproductivo.
El corredor verde, que abarca la mayor parte de la selva misionera, es crucial para la conservación del yaguareté en la región. Sin embargo, la falta de conectividad ecológica debido a la deforestación y la fragmentación del hábitat afectó gravemente a la población de esta especie. Si bien el norte del Corredor Verde alberga la mayor población de yaguaretés de la provincia, el centro y sur de Misiones, donde se encuentra la Reserva de Yabotí, enfrentan una grave crisis de biodiversidad.
En la actualidad, el número estimado de yaguaretés en Misiones supera los 90 individuos adultos, distribuidos principalmente en el norte de la provincia. Si bien esta cifra representa una población relativamente estable en comparación con otras regiones del país, la situación en Yabotí es mucho más crítica. En la última década, no se han registrado hembras en la zona, lo que agrava aún más la perspectiva de recuperación de la especie.
La ausencia de hembras reproductivas y la escasez de ejemplares en la Reserva de Yabotí subrayan la necesidad de tomar medidas extraordinarias para evitar la extinción local de esta especie. Según los expertos, la translocación de individuos no solo tiene el objetivo de incrementar la población numérica, sino también de mejorar la diversidad genética del grupo, factor clave para garantizar la viabilidad a largo plazo.
El desafío de la translocación
El proceso de translocación de especies es un desafío técnico y logístico que implica múltiples etapas, desde la captura y el transporte de los animales hasta su adaptación en un nuevo entorno. En el caso del yaguareté, el desafío es aún mayor debido a la naturaleza de la especie y su rol como superpredador en el ecosistema. Para asegurar el éxito del proyecto, será necesario contar con un sistema adecuado de recintos de contención y realizar un seguimiento exhaustivo de los animales una vez liberados en la Reserva de Yabotí.
Paviolo destacó que, aunque el proyecto aún se encuentra en etapa de planificación, ya se logró el respaldo político del Gobierno provincial, lo que representa un paso clave para su implementación. La colaboración entre organismos provinciales, nacionales e internacionales es fundamental para la ejecución de este tipo de proyectos, que requieren no solo de financiación, sino también de una infraestructura adecuada y personal capacitado.
La experiencia obtenida en el norte del corredor verde, donde la población de yaguaretés mostró señales de recuperación, proporciona un marco de referencia valioso para replicar los esfuerzos de conservación en otras áreas de la provincia. Sin embargo, la situación en la Reserva de Yabotí es más delicada, y si no se toman medidas inmediatas, la extinción de la especie en esa zona parece inminente.
El Yaguareté es una especie clave para los ecosistemas en los que habita, especialmente en la selva misionera, donde su rol como superpredador ayuda a mantener el equilibrio ecológico. La extinción local del yaguareté en Misiones representaría no solo una pérdida de biodiversidad, sino también un impacto negativo en los ecosistemas que dependen de su presencia.
El éxito de este proyecto de refuerzo poblacional podría marcar un hito en la conservación del yaguareté en Argentina y servir como modelo para otras iniciativas en América del Sur. Sin embargo, la recuperación de la especie requiere un esfuerzo constante, no solo en términos de acciones directas como la translocación, sino también en el fortalecimiento de las políticas de conservación, la lucha contra la deforestación y la erradicación de la caza furtiva.
La translocación de individuos es solo el primer paso en un proceso largo y complejo para asegurar la supervivencia del yaguareté en la región. El proyecto de refuerzo poblacional tiene el potencial de revitalizar la población de la especie en la Reserva de Yabotí, pero su éxito dependerá de la implementación de una serie de medidas que deben ser sostenidas a lo largo del tiempo. La voluntad política, el compromiso de las instituciones y la colaboración internacional serán determinantes para garantizar un futuro para el yaguareté en Misiones y, por ende, para los ecosistemas que dependen de su presencia.