La cumbre del clima COP29, que tiene lugar en la ciudad de Bakú desde el 11 de noviembre, se encuentra oficialmente en prórroga mientras delegados de todo el mundo intentan cerrar un acuerdo crucial: fijar cuánto deberá transferir el Norte Global al Sur Global para financiar la acción climática. La fecha límite, inicialmente prevista para el viernes, quedó superada sin consenso, y las negociaciones avanzan bajo presión.
Activistas presentes en la cumbre alzaron la voz contra lo que consideran un trato injusto. “Resistid, levantaos, contraatacad”, instaron a los representantes del Sur Global en una protesta que marcó el sábado. Los manifestantes subrayaron que los países en desarrollo son los que menos contribuyen al cambio climático, pero quienes más sufren sus consecuencias. En este contexto, exigieron que las naciones ricas asuman su responsabilidad histórica y financien tanto la transición energética como la adaptación a los impactos inevitables de la crisis climática.
La propuesta presentada el viernes por la presidencia azerí de la COP29 planteó un monto de 250 mil millones de dólares para ser movilizados desde el Norte al Sur Global. La cifra fue bien recibida por países desarrollados como Estados Unidos, Australia y la Unión Europea, pero rechazada por muchos países en desarrollo, quienes la calificaron de insuficiente e “inaceptable”.
La Climate Action Network (CAN), una coalición de organizaciones civiles internacionales, ha alentado a las naciones del Sur Global a abandonar las negociaciones si no se logra un acuerdo ambicioso que responda a las necesidades reales. “Es mejor salir de aquí sin un acuerdo que con uno malo”, insistieron los activistas.
Las prórrogas son una constante en las cumbres climáticas, pero Bakú podría superar precedentes. En Madrid, durante la COP25 de 2019, las negociaciones se extendieron 44 horas más allá del cierre oficial. Aunque fuentes de la organización confían en concluir las discusiones antes del domingo, la incertidumbre persiste, y muchos delegados ya han ajustado sus planes de viaje ante la posibilidad de un desenlace más tardío.
El desenlace de esta cumbre podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático, con el financiamiento como tema central en las relaciones entre el Norte y el Sur Global. Las próximas horas serán decisivas para determinar si el consenso global logra satisfacer las demandas de justicia climática.
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