El Parlamento Europeo aprobó la prórroga por 12 meses la entrada en vigencia del reglamento 1115/2023, diseñado para combatir la deforestación. Este movimiento fue impulsado por los reclamos del Mercosur y otros países exportadores de materias primas como carne vacuna y soja, quienes habían manifestado su preocupación por el impacto de la normativa en sus economías.
La medida, que inicialmente prohibía la importación a la UE de productos como carne, soja, cacao, café, aceite de palma, madera, caucho, y sus derivados si no podían certificarse como “libres de deforestación”, fue objeto de intensos debates. En la votación realizada este jueves, el Parlamento Europeo respaldó la prórroga con 371 votos a favor, 240 en contra y 30 abstenciones.
Además del aplazamiento, se introdujeron modificaciones significativas. Una de las más destacadas es la creación de la categoría “país sin riesgo de deforestación”, destinada a naciones que cuenten con un marco legal robusto de protección forestal y un crecimiento o estabilidad en su superficie boscosa. Esta nueva categoría complementará las ya existentes de países con riesgo “bajo”, “normal” y “alto”.
Para determinar qué países califican como “sin riesgo de deforestación”, la Comisión Europea deberá desarrollar un sistema de evaluación comparativa antes del 20 de junio de 2025. Esta herramienta será fundamental para guiar a los exportadores hacia el cumplimiento de la normativa.
La prórroga extiende el plazo hasta el 30 de diciembre de 2025 para que las grandes empresas exportadoras cumplan con las nuevas obligaciones. Para las pequeñas empresas, el plazo se amplía hasta el 30 de junio de 2026, ofreciendo un margen adicional para adaptarse a las exigencias.
El Mercosur, uno de los principales críticos de la medida, recibió con alivio esta prórroga, considerándola un paso en la dirección correcta para proteger sus intereses comerciales mientras se buscan soluciones sostenibles. Sin embargo, desde Bruselas se enfatizó que la extensión “no compromete en absoluto los objetivos ni el contenido” de la ley de deforestación, reiterando el compromiso de la UE con la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
La normativa, con las modificaciones aprobadas, deberá ser publicada en el Boletín Oficial de la Unión Europea para entrar formalmente en vigor. Los ojos ahora están puestos en la Comisión Europea, que tendrá la tarea de implementar el sistema de evaluación y asegurar una transición ordenada hacia un comercio más sostenible.