A medida que líderes y expertos se reúnen en la Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP16) en Cali, Colombia, organizaciones como WWF y Fundación Vida Silvestre Argentina instaron a los gobiernos a reconocer y proteger los pastizales y sabanas naturales, ecosistemas claves para la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Estos paisajes, subvalorados y olvidados en las políticas ambientales globales, cumplen funciones esenciales como el almacenamiento de carbono, la regulación hídrica y la producción de alimentos en armonía con el medio ambiente.
Según explicaron desde WWF, los pastizales y sabanas poseen altos niveles de biodiversidad, en particular en regiones templadas, y desempeñan un rol vital en la conectividad ecológica de ecosistemas. Por ejemplo, la región de la Orinoquia en Sudamérica funciona como corredor de especies y mantiene el flujo de agua entre los Andes y la Amazonía. Estos ecosistemas también son fundamentales para la cultura de comunidades locales, como los llaneros y los gauchos en América Latina.
El informe presentado destaca que el avance de la agricultura, la expansión urbana y la deforestación están destruyendo estos ecosistemas en Sudamérica a una velocidad alarmante. En Argentina, entre 2000 y 2019, se perdieron más de 3 millones de hectáreas de pastizales naturales en la ecorregión pampeana, hogar de especies amenazadas como el venado de las pampas. En Paraguay, menos del 10% de los ecosistemas de pastizales y sabanas están protegidos, mientras que en la Orinoquia colombiana, las sabanas se están transformando a un ritmo de 200,000 hectáreas anuales para la producción agrícola.
Martina Fleckstein, directora global de Políticas Alimentarias en WWF Internacional, enfatizó la necesidad urgente de incluir a los pastizales y sabanas en los compromisos ambientales: “Para enfrentar las crisis interconectadas del clima y la biodiversidad, necesitamos estos aliados. El conocimiento sobre cómo proteger, gestionar y restaurar estos ecosistemas ya existe. Ahora necesitamos ponerlo en práctica”.
Pastizales en Argentina: desafíos y oportunidades de conservación
La situación en Argentina refleja los desafíos regionales. Diversas ecorregiones de pastizales y sabanas fueron transformadas casi en su totalidad. Las Pampas, que cubren el 60% del área de pastizales del país, tienen el 80% de su superficie alterada por la agricultura y la ganadería, con solo un 2,6% bajo protección. En el Espinal, denominado “pampa boscosa”, más de la mitad del territorio se convirtió para uso agrícola y urbano, dejando apenas un 1,6% protegido.
Frente a esta situación, Fundación Vida Silvestre Argentina implementa programas de conservación y gestión ambiental, incluyendo prácticas ganaderas sostenibles y políticas de ordenamiento ambiental. Paula Guzzetti, coordinadora del Programa de Pastizales y Sabanas, resaltó que el trabajo colaborativo es esencial para preservar estos paisajes: “Buscamos proteger los pastizales y sabanas para conservar las especies nativas, los servicios ambientales y los valores culturales que representan. Colaboramos con diferentes sectores para mejorar la gestión de áreas protegidas y fomentar prácticas productivas compatibles con la conservación”.
WWF y Fundación Vida Silvestre propusieron un enfoque estratégico basado en tres acciones principales: proteger, gestionar y restaurar. La primera, aumentar las áreas protegidas en pastizales y sabanas; la segunda, mejorar su gestión para optimizar el pastoreo y el almacenamiento de carbono; y la tercera, restaurar tierras degradadas, beneficiando a las comunidades que dependen de estos ecosistemas. Estos objetivos coinciden con las metas de biodiversidad de la ONU para 2030.
Con esta llamada a la acción en COP16, las organizaciones esperan que los gobiernos latinoamericanos adopten medidas decisivas para salvaguardar estos ecosistemas cruciales, cuya preservación es esencial tanto para el equilibrio ecológico como para el bienestar de las generaciones futuras.
Misiones refuerza alianzas para la conservación de la biodiversidad en la COP 16 en Colombia