Se daba por descontado que la votación de los 27 Estados miembros de la UE, prevista para este 7 de marzo, sería apenas un trámite. Pero la votación resultó pospuesta indefinidamente, ya que la abstención anunciada desde Berlín impidió alcanzar la mayoría necesaria.
Otros tres países del bloque -Bulgaria, Italia y Polonia- se habían pronunciado en contra de ese texto emblemático, pero la postura de Alemania sorprendió, porque se había manifestado inicialmente de acuerdo conla propuesta. El documento había sido objeto de largas y laboriosas negociaciones entre los países del bloque y el Parlamento Europeo, e incluso fue aprobado formalmente a mediados de febrero por los eurodiputados, por lo cual tanto ya no se puede modificar.
Alemania, sin embargo, ha exigido que la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) presente una propuesta que abra el camino a mantener vehículos que funcionan con combustibles sintéticos, incluso después de 2035.
Esa tecnología, aún en desarrollo, consistiría en producir combustible a partir del CO2producido por actividades industriales utilizando electricidad baja en carbono.
Diferencia de posturas en coalición de Gobierno alemán
Preocupada por salvar un documento clave para las metas de neutralidad de carbono en la UE para 2050 (el denominado Pacto Verde), la Comisión se dijo a «trabajar en forma constructiva» con Alemania.
En opinión de Eric Maurice, del grupo de reflexión política Fundación Robert Schuman, la posición de Alemania representa «un cuestionamiento a los procesos de toma de decisión en la UE como pocas veces hemos visto». Por ello, lamentó las tensiones entre socialdemócratas, verdes y liberales en la coalición del jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz. La nueva posición del gobierno alemán es promovida por el segmento liberal de esa coalición.
Scholz, según sus críticos, prefirió ceder a esas presiones y respaldar el pedido de exención a los combustibles sintéticos.
Estos combustibles son cuestionados por oenegés ambientalistas que los consideran caros, grandes consumidores de electricidad para su producción y contaminantes, porque no eliminan las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx).
La industria, por su parte, se ha anticipado en gran medida a las normativas europeas y ha invertido masivamente en vehículos eléctricos. Aun el caso en que muestren su utilidad, los combustibles sintéticos «no jugarán un papel significativo a medio plazo en el segmento de los coches de turismo», dijo Markus Duesmann, director general de Audi (grupo Volkswagen), en una entrevista al semanario Spiegel.
Qué les preocupa a los argentinos del cambio climático según la generación a la que pertenecenhttps://t.co/a6SDMjvJa6
— Valor Ambiental (@ValorAmbiental1) March 7, 2023