La Comisión Europea anunció este jueves su decisión de renovar la autorización del uso del glifosato en la Unión Europea (UE) por un periodo de 10 años, generando controversia entre grupos ambientalistas y políticos.
La sustancia, ampliamente utilizada en el bloque, estuvo aprobada en el mercado europeo hasta mediados de diciembre, y la decisión de la Comisión fue tomada luego de que los países miembros no lograran llegar a un acuerdo sobre este controvertido herbicida.
La renovación de la aprobación, según el comunicado de la Comisión, se realizará en colaboración con los Estados miembros de la UE, bajo la condición de implementar nuevas restricciones y condiciones. El anuncio sigue a un informe elaborado por un regulador europeo que estimó que el nivel de riesgo asociado al glifosato no justifica su prohibición.
A pesar de la aprobación, la Comisión Europea establece algunas salvaguardias, prohibiendo específicamente su uso para la desecación, un proceso común en la agricultura para eliminar la humedad de los cultivos antes de la cosecha.
El glifosato, sustancia activa de varios herbicidas, incluyendo el conocido Roundup de Monsanto, estuvo en el centro de la polémica durante la última década. En 2015, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS clasificó el glifosato como «cancerígeno probable». Sin embargo, en julio de este año, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no identificó áreas críticas de preocupación en humanos, animales y el medio ambiente que pudieran justificar la prohibición del herbicida, aunque admitió contar con pocos datos.
El bloque de los Verdes en el Parlamento Europeo reaccionó inmediatamente a la noticia, exhortando a la Comisión a retractarse y prohibir el uso del glifosato. «No debemos jugar de esta manera con nuestra biodiversidad y salud pública», advirtió Bas Eickhout, vicepresidente del Comité Ambiental.
La controversia en torno al glifosato afectó a Bayer, que adquirió Monsanto en 2018 por 63.000 millones de dólares. Bayer enfrenta miles de reclamos y demandas relacionadas con el Roundup, y en 2020 anunció un acuerdo de hasta 10.900 millones de dólares para resolver unos 125.000 reclamos. Recientemente, un jurado en California otorgó 332 millones de dólares a un demandante que atribuyó su cáncer a décadas de uso de Roundup.
La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer clasificó el glifosato como «probable carcinógeno humano» en 2015, mientras que la agencia de seguridad alimentaria de la UE allanó el camino para la extensión de 10 años al afirmar que «no identificó motivos cruciales de preocupación» en su uso. La prórroga requería una «mayoría cualificada», que no se logró, dejando la última palabra en manos del brazo ejecutivo de la UE.