En mayo de 2021 la Comisión de la Unión Europea había anunciado objetivos de reducir la contaminación del aire, el agua y el suelo para finales de esta década, con la ambición de alcanzar para 2050 niveles que «ya no sean dañinos para la salud humana y los ecosistemas naturales».
Las propuestas concretas presentadas este miércoles serán ahora negociadas con los países del bloque y el Parlamento Europeo.
Uno de los objetivos del plan es reducir en un 75% para 2030 el número de muertes prematuras (actualmente 300.000 por año en la UE) causadas por la contaminación del aire por partículas de 2,5 micras (PM 2,5), el principal contaminante.
La intención es reducir el límite anual tolerado de estas partículas a más de la mitad y alinear sus estándares de calidad del aire con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Comisión también se propone «un tratamiento más eficiente y rentable de las aguas residuales urbanas».
Para ello, impone la recuperación de «nutrientes» (nitrógeno, fosfato o componentes químicos) y amplía la obligación de tratar el agua a pequeños localidades de 1.000 habitantes (frente a la marca de 2.000 habitantes en la actualidad).
También propone añadir a las listas de contaminantes del agua a 24 sustancias «problemáticas» para la naturaleza y la salud humana, incluido el bisfenol A y varios pesticidas como el glifosato, así como ciertos antibióticos.
El paquete de propuestas también busca garantizar «a personas cuya salud se vea afectada el derecho a ser indemnizadas en caso de incumplimiento [por parte de los Estados] de las normas europeas sobre calidad del aire».
En ese escenario, esas personas podrán estar representados por oenegés en caso acciones legales colectivas para reclamar una indemnización.