Posadas decidió dar un paso significativo en materia de bienestar animal mediante la aprobación de una normativa que prohíbe la comercialización de mascotas, una decisión que redefine la relación entre la ciudadanía y los animales domésticos.
Durante la última sesión ordinaria del año, realizada este jueves, el Concejo Deliberante de Posadas, capital de Misiones, aprobó una ordenanza que impide la instalación, el funcionamiento y la publicidad de criaderos con fines de lucro. De este modo, la ciudad se convierte en la segunda del país en adoptar una política de esta magnitud y reafirma una postura que prioriza a los animales como seres sintientes.
La iniciativa impulsada por la concejal Laura Traid se orienta a desarticular la lógica de mercado aplicada a perros y gatos. El texto aprobado inhabilita cualquier transacción económica vinculada a estas especies, lo que implica la clausura de negocios tradicionales y el freno a los criaderos domésticos informales que, según las autoridades, proliferan sin controles sanitarios ni genéticos. «Los animales no son muebles ni electrodomésticos; no se pueden comprar ni vender», remarcaron desde el recinto, en una declaración que busca romper definitivamente con la idea del animal como objeto de consumo.
La ordenanza presenta un alcance amplio porque no solo se sanciona la venta directa en veterinarias o tiendas especializadas, sino que también se restringe toda forma de promoción de estas actividades en cualquier medio. La medida surge como respuesta a una problemática creciente en la ciudad que se relaciona con el abandono de animales de raza considerados «descartados» una vez cumplida su etapa reproductiva y con la explotación de hembras en domicilios particulares para obtener beneficios económicos rápidos.
A pesar de que la normativa generó resistencia entre los sectores vinculados a la cría de razas específicas, contempla excepciones que permiten la reproducción en casos con fines terapéuticos, de asistencia como los perros guía o de trabajo, siempre que no exista una transacción comercial. El objetivo central no apunta a eliminar las razas, sino a erradicar el lucro como motor de la reproducción animal.
Con el fin de asegurar la aplicación de la medida, el municipio implementará mecanismos de control destinados a detectar e intervenir ante cualquier intercambio monetario por animales, ya sea en espacios físicos o en acuerdos privados. Así, Posadas concluye su año legislativo con un mensaje firme sobre la importancia del bienestar animal y se suma a una tendencia proteccionista que continúa ganando terreno en la agenda pública nacional.
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