El informe 2025 Climate and Catastrophe Insight reveló que en 2024 los desastres naturales causaron pérdidas económicas por USD 368 mil millones, una cifra que, aunque inferior a los USD 397 mil millones de 2023, sigue estando un 14% por encima del promedio del siglo XXI. Este es el noveno año consecutivo en que las pérdidas superan los USD 300 mil millones, con los huracanes y tormentas convectivas severas (SCS) en Estados Unidos como los principales impulsores del impacto económico.
Según el informe, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y costosos. En 2024, las aseguradoras cubrieron USD 145 mil millones de los daños totales, un 54% por encima del promedio del siglo XXI y un aumento en comparación con los USD 126 mil millones de 2023. No obstante, la brecha de protección se mantuvo en el 60%, lo que representa un desafío financiero significativo para comunidades, empresas y gobiernos.
El huracán Helene fue el evento más costoso del año, con daños estimados en USD 75 mil millones y la pérdida de 243 vidas tras tocar tierra en Estados Unidos en septiembre. El huracán Milton, en octubre, fue el evento con mayores pérdidas aseguradas a nivel mundial, con un costo de USD 20 mil millones. En total, el 78% de las pérdidas aseguradas globales se registraron en Estados Unidos.
El informe también resalta el crecimiento constante de las pérdidas por tormentas convectivas severas. En 2024 se registraron al menos 54 eventos con pérdidas económicas superiores a los mil millones de dólares, superando el promedio de 44. Este aumento se debe en gran parte a la expansión de ciudades en zonas propensas a estos eventos, como Dallas, Houston y Denver.
En cuanto al clima, 2024 fue el año más cálido registrado, con 20 países y territorios alcanzando temperaturas históricas. Agosto marcó el fin de un período de 15 meses consecutivos de temperaturas máximas mundiales récord.
A pesar del aumento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales, la resiliencia y las medidas de mitigación han permitido reducir la pérdida de vidas. En 2024, 18.100 personas murieron a causa de desastres naturales, principalmente debido a olas de calor e inundaciones. Esta cifra es inferior al promedio del siglo XXI de 72.400 y refleja el impacto positivo de mejores sistemas de alerta, pronósticos meteorológicos y estrategias de evacuación.
Los 10 eventos de desastres naturales más significativos de 2024 fueron:
- Huracán Helene (EE.UU., México y Cuba)
- Huracán Milton (EE.UU. y México)
- Terremoto Noto (Japón)
- Inundaciones en Valencia (España)
- Inundaciones en el sur y centro de China
- Tifón Yagi (China y sudeste asiático)
- Huracán Beryl (EE.UU., Canadá y el Caribe)
- Inundaciones en el centro de Europa
- Sequías en EE.UU.
El informe concluye que la adaptación a las tendencias climáticas y la inversión en estrategias de mitigación serán clave para reducir las consecuencias de estos eventos en los próximos años.