Aunque por mucha gente son confundidas, las langostas y Tucuras son especies diferentes. Estas últimas han tomado protagonismo debido al impacto negativo que han generado en las plantaciones de la provincia. La sequía en Misiones jugó un papel importante en la aparición de estos insectos, debido a que son algunos de los factores que han generado altas densidades poblacionales.
Tras las últimas noticias de plantaciones en la localidad de Campo Viera que han sido afectadas por la aparición de tucuras, una especie cercana a las langostas, expertos explicaron las diferencias entre ambas especies y los mecanismos para combatirlas.
Un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) explica que la particularidad de las langostas, y que la diferencia de las tucuras, es la habilidad de cambiar su comportamiento y fisiología (color, tamaño y forma) en respuesta a cambios en la densidad poblacional, pasando de un estado solitario a gregario y viceversa.
«Esta transformación relacionada a la capacidad de agregarse activamente para formar agrupamientos o mangas, sumado a su capacidad de dispersión (hasta 150 km/día) y su voracidad, determinan una gran amenaza para toda la actividad agropecuaria del país», precisó el documento.
¿Cómo las diferenciamos?
La tucura es un insecto típico de mediano tamaño, que en general miden más de 3 cm de largo, con el tercer par de patas desarrollados para el salto, un aparato bucal masticador, eminentemente fitófago, muy voraz, sexuados y de gran actividad en la primavera avanzada y el verano.
Tiene el hábito de formar importantes mangas y se dispersa en vuelos bajos, a distancias de alrededor de 40 km. en dirección de los vientos dominantes.
Cada hembra madura ovipone en racimos, en forma concentrada, sobre suelos endurecidos y a profundidades de 4 a 5 cm., entre 30-40 huevos por día, durante 10 días. En primavera, luego de la eclosión de los huevos, nacen larvitas llamadas mosquitas de color amarillento.
Estas formas juveniles pasan por 5 estadios: 2 de mosquitas y 3 de saltonas, para luego convertirse en adultos sexuados que se aparean y más tarde las hembras desovan en los suelos endurecidos.
Los adultos mueren con las primeras heladas otoñales. El ciclo se reinicia en la primavera siguiente de los nacimientos de los huevos que sobrevivieron todo el período invernal.
Según el informe del INTA, los umbrales de daño económico son muy variables, y están en relación con el estado hídrico del suelo, los estadios de las tucuras dominantes, los cultivos y sus estados fenológicos, entre otros.
Como ya lo había anunciado Misiones Online, José Kirilinko, subsecretario de Producción de la Municipalidad de Campo Viera detalló que este tipo de especie suele aparecer en cultivos como las hortalizas y que, el último sábado, se detectó en plantaciones de té y yerba en un lote de la localidad.
Precisó que lo preocupante fue que se observó que los insectos estaban comiendo hojas de árboles lindantes que, según estiman, afectó al menos unas cinco hectáreas. Además de la probabilidad de posibles daños a cultivos de la zona.
“Por lo que pudimos investigar, están depositando los huevos. Estamos en completo análisis y observando cómo están. Asimismo, por el momento no relevamos ataques en chacras vecinas. Es la primera vez que ocurre algo así en mucho tiempo, que justo ocurre en una temporada de sequía”, manifestó.
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El papel de la sequía en Misiones en la aparición de estos insectos
Según expertos las condiciones de sequía que afectaron durante estos últimos años la región, los cambios tecnológicos de las actividades agrícolas (siembra directa) y la disminución de la densidad poblacional de enemigos naturales de las tucuras, son algunos de los factores que han generado altas densidades poblacionales de estos animales.
Coincidió Cristian Klingbeil, productor agropecuario y dirigente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam), quien sostuvo que “las tucuras suelen aparecen en determinados tipos de producción, y más aún cuando hay una temporada de sequía en Misiones», en vista que buscan espacios dónde alimentarse ante la escasez de buenas pasturas”.
Klimgbeil precisó que de haber lluvias, estos insectos se alimentarían de los pastos. «Pero como los pastos están secos, les falta alimento y salen a buscar”.
Además, la actividad de estos insectos podría afectar la ganadería, ya que compiten por el alimento y, más aún, durante épocas de escasez de pastos.
¿Cómo combatirlas?
Según Infocampo, en el país existen 203 especies de tucuras y langostas distribuidas por la mayoría de las provincias, de las cuales 14 podrían generar daños de relevancia económica. Entre las más dañinas, se destacan las especies Dichroplus maculipennis (de alas manchadas) y D. elongatus, ya que no sólo atacan gramíneas sino también leguminosas y cultivos.
La falta de laboreo de los suelos es un factor preponderante en el aumento de las tucuras, situación que, en sequías prolongadas como la sequía en Misiones, favorecen aún más su supervivencia y desarrollo posterior.
En ese sentido, si las tucuras todavía no entraron al lote, se aconseja hacer un cerco o barrera perimetral. En caso de que ingresaron al lote puede haber dos variantes:
- Que se encuentren en “focos”: aplicar insecticida cuando se observen ±5% de plantas dañadas. Si el cultivo está en pleno crecimiento, 1 o 2 tucuras/m2 pueden hacer grandes daños.
- Que se encuentren diseminadas en todo el potrero. El criterio para aplicar insecticida dependerá del estado del cultivo, del daño que se observe en el mismo y de los estadios de la plaga. Cuando el cultivo tiene poco desarrollo 1 o 2 tucuras/m2 pueden causar grandes daños. Si el cultivo está desarrollado (en etapa de floración o granazón), a veces no se aconseja tratar químicamente o solo si hay más 5 o 8 tucuras/m2 .
“Estas densidades de tucuras pueden generar importantes pérdidas en pasturas y/o cultivos y ocasionar, por ejemplo, el deterioro de las hojas tiernas y de los brotes hasta impedir su rebrote y provocar su muerte”, señaló Valeria Fernández Arhex, especialista del INTA para Infocampo.
Cabe destacar que como “regla general”, se recomienda controlar químicamente los “focos” en el potrero, calles o zonas perimetrales cuando se observen tucuras en diferentes estadios para evitar que se difunda la plaga. Ante cualquier duda consultar siempre a un ingeniero agrónomo para evaluar los peligros y oriente sobre cuál es la estrategia más adecuada.
Y en todos los casos se debe tratar químicamente, solamente, cuando se observen tucuras en diferentes estadios (mosquitas, saltonas y menor al 20% de adultos), para evitar mayores daños y la postura de huevos.
Programa Nacional de Langostas y Tucuras
El Programa Nacional, que define la estrategia y los lineamientos para el manejo de langostas y tucuras, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) cambió su denominación del Programa Nacional de Acridios por a través de la Resolución N° 758/17.
La langosta es la plaga que dio inicio a las acciones oficiales en materia de protección vegetal en la Argentina, y cuenta con registros de daños desde 1538, cuando arrasaron cultivos de mandioca en la provincia de Buenos Aires.
El actual Programa Nacional de Langostas y Tucuras, antes denominado de Acridios, es el Programa más antiguo del país con 128 años de vigencia. El origen data de 1891 con la creación de la Comisión Nacional de Extinción de la Langosta (CNEL).