La transición hacia las energías renovables ya no es una opción futura, sino una realidad imparable. Así lo afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres, durante el cierre de una cumbre virtual sobre cambio climático, organizada junto al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. El evento marca el camino hacia la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil.
La política energética bajo los reflectores
Aunque evitó señalar directamente a algún país, las palabras de Guterres resuenan en un contexto internacional tenso: Estados Unidos, bajo el nuevo mandato de Donald Trump, ha decidido volver a retirarse del Acuerdo de París y promover políticas que priorizan los combustibles fósiles, como el carbón, desmarcándose del consenso global sobre descarbonización.
Un encuentro clave rumbo a la COP30
La cumbre reunió a 17 líderes mundiales con el objetivo de fortalecer los compromisos climáticos en vísperas de la conferencia climática más importante del año. Participaron figuras clave como Xi Jinping (China), Emmanuel Macron (Francia), Recep Tayyip Erdogan (Turquía), William Ruto (Kenia) y Ursula von der Leyen (Unión Europea).
Durante el encuentro, Guterres recordó que, a pesar de las múltiples crisis que enfrenta el mundo, no se puede perder de vista la urgencia climática. “Los compromisos ambientales deben mantenerse firmes”, declaró.
Renovables para escapar del “infierno climático”
El secretario general fue tajante: “El camino para salir del infierno climático pasa por las energías renovables”. Su advertencia se da tras un tercer año consecutivo de temperaturas récord, con 2024 superando a 2023 como el año más caluroso jamás registrado.
Guterres recalcó que tanto la ciencia como la economía respaldan la transformación energética, y que ningún gobierno podrá frenar el avance de esta revolución. Su mensaje es claro: solo una apuesta decidida por las fuentes limpias de energía permitirá enfrentar los efectos del cambio climático y asegurar un futuro sostenible para el planeta.