Los incendios en la Patagonia continúan arrasando con miles de hectáreas en los parques nacionales Nahuel Huapi y Lanín, así como en El Bolsón. Las autoridades han endurecido las medidas preventivas en la región para evitar nuevos focos.
Este fin de semana, un hombre perdió la vida y al menos 1.000 personas fueron evacuadas en la provincia de Río Negro, donde el fuego ya consumió más de 2.700 hectáreas, según informó el gobierno provincial. «Este domingo, el operativo de combate se refuerza con tres aviones y dos helicópteros que operan según las condiciones meteorológicas. Fuertes ráfagas de viento dificultan el trabajo en terreno», comunicaron las autoridades de Río Negro a través de la red social X.
El domingo también se completó la evacuación de los últimos 23 turistas que permanecían en los refugios del Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido (Amprale). Además, 123 personas se autoevacuaron y solicitaron asistencia. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, denunció que el incendio tuvo un origen intencional y aseguró que su administración tomará medidas para esclarecer los hechos. «Este desastre dejó una víctima fatal, arrasó miles de hectáreas y provocó un daño enorme a nuestra comunidad», expresó en X. «No vamos a permitir que esto quede impune».
Las condiciones climáticas adversas complican la contención del fuego
En el Parque Nacional Nahuel Huapi, las altas temperaturas, los fuertes vientos y la falta de precipitaciones han dificultado las labores de contención, generando preocupación entre las autoridades y especialistas en manejo del fuego. Desde la Administración de Parques Nacionales informaron que la superficie afectada continúa en evaluación, aunque los focos activos se encuentran principalmente en la zona de El Manso. El fuego avanza sobre sectores de difícil acceso, lo que complica la tarea de los brigadistas y limita el uso de medios aéreos.
Ante este panorama, se reforzaron las medidas preventivas y se prohibió el uso de fuego en todas las áreas del parque hasta nuevo aviso. El Comité de Emergencia ha desplegado recursos adicionales y trabaja en la creación de cortafuegos para evitar la expansión de las llamas. Mientras tanto, las autoridades reiteran el pedido a la población de no acercarse a las zonas afectadas y de respetar las restricciones vigentes.
El incendio en el Parque Nahuel Huapi se desarrolla en un contexto meteorológico complicado. Durante los últimos días, las ráfagas de viento han alcanzado hasta 40 km/h, dificultando el control del fuego y generando nuevos focos secundarios. Además, la ausencia de lluvias pronosticadas para la región agrava la situación y prolonga la emergencia.
El operativo de combate en el Parque Nahuel Huapi involucra a personal especializado del Sistema Provincial de Manejo del Fuego, brigadistas de Parques Nacionales, bomberos voluntarios y otras fuerzas de seguridad. También se han sumado aeronaves hidrantes para atacar los focos más críticos, aunque las condiciones climáticas han impedido su operación en ciertos momentos clave. La utilización de maquinaria pesada y la construcción de líneas de defensa han sido algunas de las estrategias implementadas para contener la expansión del fuego.
La situación en el Parque Nacional Lanín también es crítica
Algo similar ocurrió durante la jornada del domingo en el Parque Nacional Lanín, donde el fuego ya arrasó más de 2.600 hectáreas. El principal foco se ubica en el Valle Magdalena, una zona de difícil acceso. De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local Diario de Río Negro, los especialistas definieron la situación como «crítica» debido a los fuertes vientos registrados el domingo tras el ingreso de un frente frío.
Ante la gravedad de la situación, la Administración de Parques Nacionales prohibió el uso de fuego en los parques Nahuel Huapi, Lanín, Lago Puelo y Los Alerces. Solo se permite cocinar en áreas habilitadas dentro de campamentos organizados por prestadores turísticos autorizados. Esta medida busca reducir el riesgo de nuevos incendios en un contexto de extrema sequedad y vientos intensos.
Además, se reiteró la importancia de que turistas y residentes eviten transitar por las zonas afectadas y se mantengan informados a través de los canales oficiales. El acceso a algunos sectores del parque ha sido restringido para facilitar el trabajo de los brigadistas y garantizar la seguridad de la población.
Las autoridades insistieron en la necesidad de extremar los cuidados y respetar las restricciones impuestas. «El fuego es un problema de todos y la prevención es clave para evitar catástrofes mayores», señalaron desde Parques Nacionales en un comunicado oficial.
Por el momento, el incendio sigue sin control total y las próximas jornadas serán decisivas para evaluar la evolución del fuego y la efectividad de las estrategias implementadas. Mientras tanto, los equipos de emergencia continúan su labor en condiciones difíciles, en un esfuerzo conjunto por preservar una de las áreas naturales más importantes de la Patagonia.
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