En 2024, las temperaturas globales alcanzaron cifras récord, intensificando eventos como olas de calor, sequías, incendios, tormentas e inundaciones que afectaron a millones de personas. Según un estudio de las organizaciones World Weather Attribution (WWA) y Climate Central, el cambio climático contribuyó a al menos 3.700 muertes y desplazó a millones en 26 fenómenos climáticos analizados durante el año.
Los expertos identificaron a la quema de combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas, como la principal causa del calentamiento global. “Los fenómenos meteorológicos extremos se están volviendo más graves”, advirtieron, mientras resaltaron que un aumento de 1.3 grados en la temperatura global ya representa graves riesgos para la vida, los ecosistemas y las economías.
El informe destacó que los fenómenos extremos seguirán agravándose con cada fracción de grado de calentamiento adicional causado por los combustibles fósiles. Entre los principales hallazgos del estudio se encuentran:
Más días de calor extremo
El cambio climático añadió 41 días de calor extremo en promedio durante 2024, afectando particularmente a pequeños estados insulares y países en desarrollo, que se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad frente a sus impactos.
Inundaciones devastadoras
Eventos como las lluvias intensas en el sudeste de Brasil fueron exacerbados por una atmósfera más cálida, capaz de retener mayor humedad y generar precipitaciones intensas. De las 16 inundaciones analizadas, 15 fueron intensificadas por el cambio climático, con fallas en los planes de evacuación que contribuyeron a numerosas muertes en países como Sudán y Brasil.
Sequías e incendios que amenazan la biodiversidad
El Amazonas y el Pantanal sufrieron graves sequías e incendios, con pérdida significativa de biodiversidad. Proteger estos ecosistemas requiere detener la deforestación, ya que su vegetación densa actúa como barrera frente a estos fenómenos.
Tormentas más destructivas
Tormentas como el huracán Helene y el tifón Gaemi fueron más intensas debido al calentamiento de los océanos. Según el informe, el cambio climático elevó la intensidad de los huracanes del Atlántico entre 2019 y 2023, un patrón que podría repetirse.
Acciones urgentes
Los científicos subrayaron la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y promover energías renovables para mitigar el calentamiento global. También destacaron la importancia de implementar sistemas de alertas tempranas efectivas para minimizar las fatalidades. Estas alertas deberían emitirse con antelación y contener instrucciones claras.
Asimismo, se urgió a los países desarrollados a garantizar financiamiento para los países más vulnerables, que aunque han contribuido mínimamente a las emisiones globales, enfrentan los peores impactos del cambio climático.
El informe concluyó con un llamado contundente: “El futuro depende de acciones inmediatas para reducir las emisiones y proteger a las comunidades más afectadas por esta crisis global”.
