viernes, noviembre 15, 2024
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El Protocolo de Finanzas Sostenibles de Argentina celebra cuatro años: “Su creación fue un gran desafío, pero hoy sabemos que valió la pena”, destacaron desde la Fundación Vida Silvestre

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Hace cuatro años, se celebró el primer acuerdo voluntario entre entidades financieras en nuestro país, un logro significativo que ha ampliado y consolidado la cooperación en la agenda de sostenibilidad. En la actualidad, este acuerdo cuenta con la participación de 30 entidades signatarias, que en conjunto representan más del 93% de la cuota de mercado del total de préstamos del sistema financiero.

Esta iniciativa fue impulsada con el apoyo de BID Invest, el brazo privado del Banco Interamericano de Desarrollo, y de la Fundación Vida Silvestre Argentina. El acuerdo se estableció sobre cuatro pilares estratégicos: primero, desarrollar políticas internas para implementar estrategias de sostenibilidad; segundo, crear productos y servicios financieros para apoyar proyectos con impacto ambiental y social positivo; tercero, optimizar los sistemas de análisis de riesgo con enfoque medioambiental y social; y cuarto, promover una cultura de sostenibilidad.

«Desde hace 46 años, la Fundación Vida Silvestre Argentina ha estado trabajando para identificar y promover soluciones a los problemas ambientales del país. Hace 8 años, en colaboración con la Organización Mundial de Conservación (WWF), comenzamos a colaborar con el sector financiero, convencidos de su potencial para dejar de financiar actividades perjudiciales para el ambiente y las personas, y para apoyar la transición económica necesaria para un desarrollo humano en armonía con la naturaleza. La creación del Protocolo de Finanzas Sostenibles fue un gran desafío, pero hoy sabemos que ha valido la pena», afirma Manuel Jaramillo, Director General de la Fundación Vida Silvestre Argentina, una de las entidades promotoras del Protocolo de Finanzas Sostenibles junto con BID Invest desde sus inicios.

Desde su firma en 2019, el Protocolo ha sido un instrumento fundamental en la promoción de prácticas financieras que consideran aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza. Los signatarios continúan trabajando en base a los cuatro ejes del Protocolo. En primer lugar, se ha elaborado una Guía para el Desarrollo de una Política de Sostenibilidad, que tiene como objetivo proporcionar directrices básicas para institucionalizar dicha política y definir buenas prácticas en el sector bancario. De esta manera, las operaciones bancarias no solo serán rentables, sino que también tendrán en cuenta el cuidado del planeta y la responsabilidad social.

 

Además, se presentó una Guía para la Implementación de un Sistema de Análisis de Riesgos Ambientales y Sociales en entidades bancarias, y se está trabajando para incorporar una herramienta de monitoreo satelital que complemente este análisis. Asimismo, este año se presentará un documento con lineamientos iniciales para abordar el cambio climático.

También se abordó la problemática de inclusión y diversidad con un enfoque en género, como un primer paso hacia la reducción de las brechas existentes en materia de financiamiento y empoderamiento de la mujer. Como resultado del análisis e intercambio entre las entidades, se presentó una Guía de Recomendaciones sobre Perspectiva de Género en la Industria Financiera, que incluye métricas, objetivos, planes de desarrollo y capacitaciones, así como una Taxonomía de empresas lideradas por Mujeres basada en criterios de Propiedad y Control.

«Ante la intensificación de la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y el aumento de la contaminación, el desafío radica en implementar las recomendaciones acordadas a la escala e intensidad adecuadas, para redirigir los flujos financieros con la urgencia necesaria y convertir al sector en un verdadero aliado de la conservación y el desarrollo sostenible», sostuvo Jaramillo.

El Protocolo ha creado un espacio propicio para el diálogo y la construcción de alianzas estratégicas en pro de la sostenibilidad. Esto ha permitido generar sinergias entre diferentes actores y fortalecer el ecosistema de las finanzas sostenibles en Argentina.

La sostenibilidad es un desafío global que requiere la acción conjunta de todos los involucrados. En este sentido, el Protocolo reafirma su compromiso e invita a más entidades financieras a unirse para seguir trabajando en la consolidación de un sistema financiero que contribuya a construir un futuro próspero y sostenible.

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