El estado al norte del país brasileño se encuentra en emergencia por las inundaciones, un brote de dengue y la crisis sanitaria por la pandemia. Al menos 130.000 personas se han visto afectadas producto de las crecidas de varios ríos que han afectado varias ciudades, además de la capital del estado, Río Branco, en la Región Norte del país, limitando al norte con Amazonas, al este con Rondonia, al sureste con Bolivia y al oeste con Perú.
«Hay varios municipios que fueron afectadas por las inundaciones. El gobernador decretó situación de emergencia», informaron los medios de prensa.
La inundación de Rio Acre ya está afectando al menos a 13.700 personas en Rio Branco (AC). Unas 200 personas tuvieron que ser trasladadas a refugios temporales. El desborde del río -el segundo registrado este mes de febrero- ya ha alcanzado al menos 2.900 viviendas en 24 barrios de la capital, agravando la crisis sanitaria derivada de la pandemia del nuevo coronavirus y el brote de dengue que ya vive la ciudad, publicó el diario Correio do Povo.
El miércoles por la tarde, el alcalde Tião Bocalom decretó una emergencia climática. El decreto permite al Gobierno agilizar la compra de productos y servicios necesarios para atender a las poblaciones afectadas, permitiendo a la ciudad contratar servicios temporales y realizar compras consideradas imprescindibles sin necesidad de licitación. Además, el reconocimiento de la gravedad de la situación hace posible que los administradores municipales soliciten fondos de emergencia a los gobiernos estatal y federal para la asistencia y restauración y mantenimiento de servicios esenciales.
Según el coordinador de la Defensa Civil, Cláudio Falcão, al menos 2.740 viviendas fueron afectadas. «Es una situación grave que justifica la declaración de una situación de emergencia por la inundación del Río Acre».
El gobernador de Acre, Gladson Cameli, también declaró una situación de emergencia en áreas afectadas por inundaciones e inundaciones en Rio Branco y en otras nueve ciudades de la Acrópolis (Cruzeiro do Sul; Feijó; Jordão; Mâncio Lima; Porto Walter; Rodrigues Alves; Santa Rosa Purus, Sena Madureira y Tarauacá).
También por decreto, el gobierno estatal creó una oficina de crisis para integrar los esfuerzos de varias secretarías y agencias gubernamentales para atender no solo a las personas afectadas por inundaciones y escorrentías, sino también por el Covid-19 y el dengue.
Panorámica de Tarauacá, una de las ciudades más afectadas por las inundaciones en el estado de Acre. Fotos: Rafael D. Dias
La inundación de Acre, Juruá, Envira, Iaco, Purus y otras fuentes de agua, además del desborde de los arroyos, afecta a cientos de familias. Estos residentes fueron trasladados a refugios instalados en escuelas, iglesias, gimnasios, campos deportivos y embarcaciones. Además de las personas sin hogar, hay varias familias desplazadas.
«Cruzeiro do Sul, la segunda ciudad más grande de Acre, es la peor. Con 30.048 personas afectadas por las aguas del río Juruá y sus afluentes, el municipio declaró una situación de emergencia el lunes (15). El decreto tiene una vigencia de 60 días», precisaron en el informe de G1 de la Red O Globo.
Este sábado (20), el río Juruá marcó 14,33 metros en la medición de las 6 horas. La fuente está 1,33 metros por encima del nivel de desbordamiento, que es de 13 metros.
Fuente: con información de Correio do Povo, G1 y TeleSur