“Al dañar la biodiversidad de los ecosistemas y las especies de plantas medicinales que viven en ellos, no solo se reduce el acceso a las materias primas para el descubrimiento de fármacos, para la biotecnología y los modelos médicos, sino que se crean condiciones para la propagación de virus de la vida silvestre a los humanos”, señala Danna Leaman, presidenta de la Lista Roja de especies de plantas medicinales en peligro de extinción, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).