Misiones está presente en la 29° Conferencia de las Partes (COP29) en Bakú, Azerbaiyán, un evento global que reúne a representantes de 197 países y más de 65.000 participantes, entre líderes políticos, científicos, empresarios y miembros de la sociedad civil. La cumbre, que se desarrolla del 11 al 22 de noviembre, es un espacio de gran importancia para avanzar en soluciones concretas frente a la crisis climática. Este año, el evento se centra en el financiamiento climático, un tema clave para las naciones en desarrollo, pero con la particularidad de la retirada de Argentina de la cumbre por decisión del Gobierno.
La provincia, conocida por su destacada biodiversidad y su compromiso con la sostenibilidad, está representada en esta cumbre por Romario Dohmann, funcionario del área de Ambiente y Cambio Climático de Posadas, quien subrayó la relevancia de esta oportunidad para Misiones y el impacto potencial de las decisiones que se tomen en el ámbito internacional.
Dohmann, señaló que esta cumbre tiene gran relevancia en la lucha global contra la crisis climática, ya que los países participantes trabajan juntos para avanzar en soluciones concretas y acuerdos de largo alcance. «Estamos transitando días intensos, con agendas apretadas, en un evento que evidencia la magnitud y la urgencia del desafío climático», señaló.
La COP29 fue catalogada como la «COP del financiamiento» debido a la centralidad de este tema en las discusiones. Uno de los puntos más importantes es la negociación de un nuevo objetivo cualificado de financiamiento climático, que reemplazará al histórico compromiso de 100.000 millones de dólares anuales establecido en el Acuerdo de París. Este acuerdo, que expira en 2025, es fundamental para transferir recursos desde los países más desarrollados hacia aquellos en vías de desarrollo, apoyando acciones de mitigación y adaptación. Sin embargo, la magnitud de la crisis climática actual exige un enfoque renovado y más ambicioso. En este contexto, las discusiones en Bakú giran en torno a la definición de nuevos montos y mecanismos de financiamiento para abordar no solo la mitigación y la adaptación, sino también un tercer eje: las pérdidas y daños.
Este concepto, que tomó relevancia en los últimos años, se refiere a la compensación por los efectos irreversibles de eventos climáticos extremos, como tormentas, inundaciones y sequías, que afectan desproporcionadamente a los países más vulnerables. Dohmann destacó la importancia de este tema para provincias como Misiones, que, aunque no son grandes emisoras de gases de efecto invernadero, enfrentan graves riesgos climáticos. «Es crucial que las naciones que más contaminan asuman su responsabilidad financiera y apoyen a aquellos países que, como Argentina, sufren las consecuencias de un problema que no generó», afirmó.
Una de las propuestas discutidas durante la cumbre sugiere que los países del G20, que incluyen a las economías más grandes y contaminantes del mundo, contribuyan en mayor proporción al nuevo fondo climático.»El financiamiento climático no solo depende de la voluntad política, sino también de acuerdos sólidos sobre quiénes deben aportar y cómo se distribuirán los fondos», explicó Dohmann.
Para Misiones, el acceso a estos recursos internacionales podría significar un impulso importante en sus esfuerzos por consolidar un modelo de desarrollo sostenible. La provincia ya avanzó en la implementación de mercados de carbono, un mecanismo que permite monetizar las acciones de conservación y gestión forestal sostenible. En ese sentido señaló que Misiones es pionera en este ámbito, aprovechando su vasta riqueza natural y su capacidad técnica para desarrollar proyectos innovadores. «La biodiversidad y los bosques protegidos de Misiones son activos valiosos, pero es igualmente importante contar con equipos técnicos capacitados que puedan diseñar y ejecutar proyectos financiables», destacó.
El impacto potencial del financiamiento climático en Misiones va más allá de la conservación ambiental. Dohmann mencionó iniciativas como la promoción de la agroecología y la reforestación, que no solo contribuyen a la mitigación del cambio climático, sino que también mejoran las condiciones de vida de las comunidades locales. Estas estrategias buscan integrar la sostenibilidad ambiental con el desarrollo socioeconómico, fomentando prácticas agrícolas más sostenibles y fortaleciendo la resiliencia de los productores frente a los desafíos climáticos.
Sin embargo, el panorama no está exento de desafíos. Recientemente, la delegación argentina fue retirada de la cumbre por decisión presidencial, lo que generó preocupación sobre el impacto de esta medida en las negociaciones en curso. Dohmann reconoció que esta decisión podría limitar la capacidad de Argentina para influir en discusiones clave, especialmente en temas de financiamiento. No obstante, destacó que el país sigue siendo parte de grupos de negociación como, por ejemplo, el Grupo Sur, lo que garantiza cierta continuidad en su participación. «La ausencia de una representación oficial completa puede ser un obstáculo, pero no significa que Argentina quede fuera de las decisiones importantes», aclaró.
A pesar de estos contratiempos, Dohmann se mostró optimista sobre las perspectivas de la COP29. Las jornadas restantes ofrecerán múltiples oportunidades para fortalecer alianzas y compartir experiencias con otros actores globales. Misiones participará en paneles sobre restauración, agroecología y reforestación, temas que reflejan su compromiso con un enfoque holístico para abordar el cambio climático. «Estos espacios son valiosos no solo para negociar, sino también para aprender y mostrar al mundo lo que hacemos en Misiones», afirmó.
Más allá de los acuerdos formales, estos encuentros son una plataforma para el intercambio de ideas, la construcción de alianzas y la promoción de soluciones innovadoras. Para Misiones, la participación en este evento representa una oportunidad de destacar sus logros y desafíos, y de posicionarse como un líder en sostenibilidad a nivel global.