El cambio climático está distorsionando los patrones de lluvia en todo el planeta, provocando sequías e inundaciones, mientras que el aumento de las temperaturas está haciendo que los glaciares se derritan, según la primera revisión exhaustiva de recursos hídricos realizada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La OMM dice que tiene como objetivo publicar anualmente informes mundiales sobre el agua a partir de ahora en respuesta a las solicitudes de datos más precisos en una era de creciente demanda y suministros limitados.
El informe sobre el estado de los recursos hídricos mundiales en 2021, publicado este martes, analiza los efectos que las mayores temperaturas están teniendo en los cuerpos de agua dulce del planeta. Las temperaturas globales ahora son 1,1 °C más altas que en la época preindustrial, y el año pasado fue uno de los siete más calurosos registrados.
“Los impactos del cambio climático a menudo se sienten a través del agua: sequías más intensas y frecuentes, inundaciones más extremas, lluvias estacionales más erráticas y derretimiento acelerado de los glaciares”, dijo el secretario General de la OMM, Petteri Taalas, en un comunicado. Todos estos eventos tienen “efectos en cascada en las economías, los ecosistemas y todos los aspectos de nuestra vida diaria”.
Alrededor de tres cuartas partes de todos los desastres naturales entre 2001 y 2018 estuvieron relacionados con el agua, según ONU-Agua, que coordina el trabajo de las Naciones Unidas sobre agua y saneamiento. Al mismo tiempo, 3.600 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, enfrentan un acceso inadecuado al agua durante al menos un mes cada año, y se espera que esa cifra aumente a más de 5.000 millones para mediados de siglo.
Las mediciones inconsistentes y la falta de datos recopilados en terreno dificultaron la comprensión de algunos de los efectos que el cambio climático está teniendo en los sistemas de agua, dijo la OMM. Los investigadores llenaron parcialmente estos vacíos con datos modelados y con información de satélites del programa Gravity Recovery and Climate Experiment, o GRACE, de la NASA, lo que destaca la importancia de los satélites y la detección remota para medir el calentamiento global.
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Así es como se veían desde el espacio algunos de los impactos hídricos más relevantes de 2021:
Glaciares moribundos
El derretimiento de los glaciares se aceleró a nivel mundial en 2021. Las masas de hielo en el oeste de Canadá y Estados Unidos, y en Europa central experimentaron las pérdidas más significativas en las últimas cuatro décadas, según muestra el informe de la OMM. El agua que fluye de los glaciares que se derriten aumenta al principio, alimentando ríos y lagos cercanos hasta que alcanza un punto de inflexión que los científicos llaman “pico de agua”. Después de eso, la escorrentía disminuye y las áreas que dependen de esa agua pueden experimentar sequía.
Lagos que se ensanchan
También conocida entre los glaciólogos como el “Tercer Polo”, la meseta tibetana alberga la mayor reserva de agua dulce fuera de las regiones polares. El agua se almacena principalmente en glaciares en lo alto de las montañas. Las temperaturas más altas están acelerando su derretimiento, reduciendo los glaciares y, en ocasiones, provocando inundaciones repentinas. Grandes cantidades de agua terminan en los lagos de montaña que, como resultado, están creciendo.
Ríos menguantes
En 2021, la sequía empeoró en varias partes de EE.UU. y todo el oeste del país se vio afectado desde junio. Los datos de descarga de los ríos Colorado, Misuri y Misisipi muestran que la cantidad de agua que transportaban estaba muy por debajo de lo normal.
En algunos lugares, la cantidad de agua almacenada en la tierra está creciendo, pero en ningún lugar más que en la región del lago Victoria en África. No obstante, en general, los ríos se están reduciendo más de lo que crecen, una tendencia que continuó en 2021.
Sequía extrema
El déficit de agua que experimentaron Irán, Irak y Siria en 2020 se intensificó por un invierno cálido que continuó en 2021. Eso significó que los lagos y embalses no se reabastecieran antes de los calurosos meses de verano. La sequía resultante afectó a hasta 12 millones de personas en Irak y Siria, y a 4,8 millones en Irán, lo que provocó enfrentamientos mortales en la provincia de Juzestán.
La sequía en el Cuerno de África ha provocado una devastadora crisis alimentaria que afecta a 18 millones de personas. Ni siquiera las lluvias intensas entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, típicamente la estación seca en la región, ayudaron a aliviar la situación.
Inundaciones mortales
Los patrones climáticos cambiantes han provocado que cantidades sin precedentes de agua caigan en períodos muy cortos, lo que ha causado inundaciones devastadoras. En 2021, las inundaciones en Europa occidental mataron a 219 personas y causaron daños por un valor de hasta €46.000 millones.
Turquía, Afganistán, India y la provincia china de Henan también se vieron afectados por inundaciones que provocaron más de 1.500 muertes. Fue un claro recordatorio de que los efectos del cambio climático se sienten en todas partes.
Casi 23 millones de hectáreas se encuentran en condiciones de sequía severa en el paíshttps://t.co/myB8cK2bNv
— Valor Ambiental (@ValorAmbiental1) December 2, 2022