El mundo está experimentando un alarmante incremento en las temperaturas globales. Según el servicio de vigilancia del cambio climático Copernicus, el 2024 será el año más caluroso registrado hasta ahora, superando el récord establecido en 2023. Los datos revelan que las temperaturas medias globales de este año han sido 0,71 °C superiores a la media del período 1991-2020, y 0,16 °C más altas que los primeros diez meses de 2023.
Carlo Buontempo, director de Copernicus, señala que estos registros no son casuales, sino parte de una tendencia preocupante. “Nuestro récord se remonta a 1940, pero es muy posible que este récord esté enmarcado en una serie temporal mucho más larga. Y 2024 no solo será, con toda probabilidad, el año más cálido registrado, sino que también será el primer año por encima del umbral psicológicamente importante de 1,5 °C más que los niveles preindustriales”, advirtió.
El aumento de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales representa un límite crítico, tal como se establece en el Acuerdo de París. Este tratado internacional tiene como objetivo limitar el calentamiento global a este nivel para evitar los efectos más devastadores del cambio climático. Aunque superar este umbral durante un año no implica automáticamente el fracaso del objetivo a largo plazo, expone un riesgo creciente y evidencia la urgencia de medidas más drásticas.
Para evitar que 2024 rompa el récord de calor, la temperatura media global tendría que caer drásticamente en los últimos meses, algo que los expertos consideran poco probable. Este hecho subraya la insuficiencia de las acciones actuales para mitigar el cambio climático y refuerza la necesidad de una reducción significativa y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El impacto de los fenómenos climáticos extremos
El incremento de la temperatura global no solo se refleja en los números, sino también en la intensidad y frecuencia de fenómenos climáticos extremos. Sequías prolongadas, olas de calor intensas y tormentas más destructivas están afectando a comunidades en todo el mundo, poniendo en peligro vidas humanas, ecosistemas y economías.
Los científicos de Copernicus advierten que, a menos que se tomen medidas inmediatas y efectivas, este patrón podría convertirse en la nueva norma, con consecuencias cada vez más graves. «El calentamiento global no es un fenómeno futuro; ya está aquí y se está acelerando», enfatizó Buontempo.
