Víctor Sayas es docente y miembro de la Aldea Kaaguy Pora, construyó su propio vivero de plantines de yerba mate, resultado de la siembra de semillas obtenidas de plantaciones de la zona.
La aldea se ubica a unos 15 km de la ciudad Comandante Andresito, ciudad fronteriza con la ciudad de Capanema (Brasil) sobre el río Iguazú, a la que se accede por la ruta provincial N°19 atravesando el Parque Nacional Uruguaí (distante unos 315 km de la capital provincial).
Desde hace un tiempo, al observar que “todos” plantan yerba mate en las chacras, incluso en la aldea, Víctor decidió buscar una alternativa de ingresos económicos y decidió emprender en un pequeño vivero. Con unas semillas de yerba mate de chacras vecinas, plantó unas hectáreas y las plantitas “prendieron fuertes”, explica.
Así, logró finalmente montar su pequeño vivero de plantines de yerba mate. “Ir hasta el pueblo a buscar plantines es más dinero, además que hay que comprar en cantidad para que te traigan a la chacra, entonces pensé en crear este vivero para que puedan acceder a las plantas la gente de la comunidad y de las chacras vecinas”, explicó Sayas.
El acceso a la Aldea Kaaguy Pora es por un camino de tierra, pero se ingresa con cualquier vehículo. Esto determina de alguna manera el aislamiento de la aldea para el acceso de los servicios públicos.
En la aldea las mujeres se ocupan de las artesanías, y los hombres trabajan en la chacra, también para su consumo propio y de subsistencia.
Carecen de muchas necesidades, desde acceso a las necesidades básicas y elementales para una mejor calidad de vida.
Víctor se mostró entusiasmado con el vivero. Explica que “como hoy en día todos los productores de la zona se dedican en producir yerba mate, muchas veces las distancias hacen que se complique la compra. Por eso, quise hacer un vivero para disponer de plantines para los que plantan en la chacra y en la aldea”, expresó en contacto con ArgentinaForestal.com
En el proyecto de vivero trabaja solo. “Estoy organizando todo por mí cuenta, pidiendo colaboraciones y así empecé con media sombra, bandejas, bolsitas, y algún producto, todo fue por medio de ayuda para concretar la idea”, relata sobre el empujón para hacer funcionario el vivero de yerba mate.
Sayas pretende generar la oferta para vender dentro de la aldea y también fuera de la comunidad.
“Tenemos posibilidad para que planten de parcela en algunos sectores de la aldea, y teniendo los plantines dentro de la aldea, ya pueden comprar de a poquito y pueden llevar con la caja”, relata.
“Si van a comprar de la ciudad tienen que comprar mucho para que el vendedor llevan a domicilio. En este caso, cambia. Una persona compra 50 plantas y puede llevar de a 10 plantas en cada viaje. Cuando van al pueblo cambia mucho”, concluyó Sayas.
Turismo guaraní
Con la guía de Víctor, también se pueden acercar aquellos visitantes interesados en conocer la realidad de la comunidad Mbyá Guaraní, recorrer los senderos dentro del monte y apreciar sus artesanías; o aprender a hacer trampas de caza para aves y otros animales; ver y aprender cómo se realiza o prepara la comida típica.
Una familia Guaraní les podría enseñar a los visitantes las técnicas ancestrales de la cestería y la talla. Los visitantes aprenden a realizar un collar, un canasto, y una talla de animal, Además de poder llevarse las artesanías hechas en la actividad, viven una experiencia única.
Tras la pandemia, todo está en proceso de recuperación. Pero si avisan de la visita con anticipación, Víctor puede organizar de recibir al grupo de turistas durante el día, para establecer contacto con la naturaleza y la identidad cultural de la aldea Kaaguy Pora.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest