Imágenes estremecedoras, compartidas por activistas ambientales, causan indignación. Al menos tres osos hormigueros luchan por sus vidas, atrapados en la compuerta de un canal que atraviesa Santiago del Estero.
Otros dos lamentablemente no sobrevivieron, y un perro también fue víctima. Las imágenes revelan la sequía de la tierra y la extensión aparentemente interminable del canal que se extiende 280 kilómetros de noreste a sureste en la provincia. Este canal se convirtió en una trampa mortal para la vida silvestre que se acerca en busca de agua o intenta cruzarlo.
A pesar de que el canal no es de reciente construcción, ya que se encuentra allí desde la década de 1970, hace aproximadamente dos meses, la provincia decidió redirigirlo y moverlo dos metros de su ubicación original. Además, se le agregó un lecho de cemento más profundo y paredes más altas.
Sin embargo, en el proceso de esta remodelación, no se consideraron vías de escape para los animales. Como resultado, estos animales, que solían acercarse al canal anteriormente para beber, continúan haciéndolo en el nuevo canal y, lamentablemente, caen al agua. Una vez dentro, son arrastrados por la corriente hasta su trágica muerte, ya que no existen rampas ni escaleras que les permitan salir. Tampoco se han construido represas a los lados del canal para que los animales puedan acceder al agua sin necesidad de bajar al canal.
Según lo explican los activistas ambientales, esto ha llevado a la caída y pérdida de muchas vidas animales, incluyendo osos hormigueros, tortugas, armadillos, víboras, corzuelas, guasunchos (que son similares a ciervitos), e incluso animales domésticos como perros y vacas. El problema subyacente es que no se previeron soluciones que permitieran a la fauna evitar caer en esta trampa mortal.
Esta situación trágica comenzó a raíz de la remodelación del canal «Nuevo Canal de la Patria» en 2021, una obra que abarca 180 kilómetros y tenía como objetivo principal el abastecimiento de agua a la población. Desde el inicio de esta obra, organizaciones ambientalistas y vecinos han manifestado su creciente preocupación por el impacto que esta construcción ha tenido en la fauna local. Cientos de animales, incluyendo osos hormigueros, cabras, perros y pecaríes, caen al canal y quedan atrapados en las estructuras de hormigón.
Un grupo de ingenieros agrónomos había advertido que, dadas las condiciones de sequía en la región, animales como las vacas buscarían desesperadamente agua, aumentando el riesgo de que cayeran al canal. En respuesta, el gobierno provincial instaló un alambre, pero no se tuvieron en cuenta a otras especies. Como resultado, se estima que entre ocho y diez animales mueren atrapados en el canal a diario.
Además, la contaminación del agua también se ha convertido en una preocupación creciente en medio de esta tragedia.