Se iniciaron los trabajos de plantación de especies nativas en septiembre en el marco de las prácticas profesionales curriculares de la Tecnicatura Universitaria en Guardaparques de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM, y con el apoyo de la Embajada de Suiza a través de la Fundación Hora de Obrar, se inició un ensayo observacional con un proyecto de restauración de especies nativas para recuperar la biodiversidad de la Reserva Natural Cultural de Usos Múltiples Guaraní, en el Soberbio.
Las actividades de prácticas profesionales están a cargo de Rosana Méndez, secretaria adjunta de Extensión de la Facultad de Ciencias Forestales (FCF), y de Claudio Dummel, responsable técnico en la Reserva Guaraní.
El área protegida tiene una extensión de 5.343 hectáreas, pertenece a la Universidad Nacional de Misiones desde 1975, y desde entonces se trabaja en la conservación, investigación, capacitación y experimentación relacionadas con el enriquecimiento de las especies nativas, restauración con plantas alimenticias en comunidades indígenas, y con fines de estudios de regeneración, a través de la FCF entre otros.
“La reserva natural de la UNaM es de suma importancia por distintos motivos. Por un lado, resguarda una gran riqueza bioecológica, con presencia de especies animales en peligro de extinción, y más de 800 especies de plantas”, remarca Romario Dohmann, representante de la Fundación Hora de Obrar y estudiante avanzado de la carrera de Ingeniería Forestal , en la entrevista con ArgentinaForestal.com, quien el jueves participó activamente de las jornadas que dieron inicio al trabajo de plantación del que participan docentes, estudiantes y voluntarios, ya que hay en esta iniciativa un gran grupo humano dentro y fuera de la institución académica que esta de alguna u otra manera aportando a esta experiencia de investigación y restauración.
Dohmann hizo referencia al reciente informe de la OMM (Organización Mundial Meteorológica) que anunció que es muy factible que se presente un tercer fenómeno de La Niña consecutivo. “Es algo excepcional que pueda darse en el próximo trimestre del año, lo que marca la probabilidad de repetición de sus consecuencias de sequía en la región. Este verano tendremos nuevamente bajas precipitaciones y altas temperaturas, lo que aumenta el riesgo de propagación de incendios forestales. Por ello, es una alegría para todos los que trabajamos en esta iniciativa de restauración con varios programas, y en este caso es el Programa Selva Misionera de la Fundación Hora de Obrar en la Reserva Guaraní, a través del acompañamiento de la Embajada Suiza”, expresó el ingeniero forestal.
De esta forma, en septiembre avanzarán en la plantación de árboles en el marco de las clases prácticas de la Carrera de Guardaparques, y se continuará en el mes con el proyecto observacional de restauración de áreas naturales afectadas por los incendio. “Se continuará incluso hasta octubre para llegar a la plantación de 5000 árboles nativos”, precisó Dohmann.
El profesional remarcó que la importancia de la iniciativa está centrada en la generación de información. “Es un antecedente para la intervención de áreas boscosas de la Selva Misionera tras un incendio, algo que no estábamos acostumbrados, no hay antecedentes de incendios de estas magnitudes y de cómo intervenir después de ello en zonas de bosques nativos. Por eso, todo este trabajo quedará registrado por investigadores de la facultad, que son parte también de ensayos para la generación de conocimiento y antecedentes, para tener un parámetro a futuro de cómo poder actuar ante el daño en sitios de conservación tan importantes del Bosque Atlántico”, detalló.
Por su parte, Claudio Dummel –responsable técnico por la FCF-UNaM- explicó con más detalle el plan de trabajo que llevan adelante. “Se trata de un ensayo de tipo observacional. Se seleccionaron situaciones de loma, media loma con pendientes y bajos de la reserva que fueron afectados por los incendios. Se están instalando una plantación con un esquema de fajas distanciadas a 3 metros entre cada plantación. Las fajas están distanciadas entre ellas a unos 10 metros. Dentro de esta faja se limpia un ancho de 5 metros, dejando otros cinco metros sin realizar ningún tipo de actividad de limpieza entre faja. En este estudio se busca probar especies nativas arbóreas, forestales y frutales, y evaluar la respuesta que tendrán a estas situaciones climáticas planteadas tras un incendio como el sufrido”, dijo el profesional.
En cada una de las fajas se mantiene una distancia de 3 metros entre las especies que se utilizan, entre ellas, Lapacho Negro, Loro Negro, Cañafistola, Lapacho Amarillo, y Cedro misionero. Y en ambos extremos distanciados a un metro y medio, especies frutales como yaboticaba, cerella, pitanga, guabyra, entre otras.
Dummel indicó que se plantean con este tipo de plantación probar, a lo largo de cada faja donde hay 6 repeticiones de las especies mencionadas, evaluar en el tiempo el comportamiento de esta especie con en este esquema de plantación. “Esto permitirá evaluar el comportamiento, crecimiento, la supervivencia de cada una de las especies, y por otro lado evaluar a cada una de ellas en situaciones de loma, media loma y bajos, con el fin de tener a futuro algún criterio para recomendar en las distintas situaciones”, dijo.
Asimismo, se utilizará como una línea base porque se pretende también manejar como si fuera una plantación, para ello, esta semana ya se instaló una hectárea con suelo de loma, aplicando hidrogel para ayudar a la especie en sus primeros estadios de instalación y pueda enraizar mejor la planta.
“ La idea es hacer un seguimiento, limpiar a la especie de aquellas plantas que surjan y puedan ahogarlas en la faja. Esto es como para evaluar la respuesta, y encontrar la mejor en el tiempo. Muchas veces se realiza una restauración, pero no se realiza el acompañamiento necesario. Y así terminan siendo ahogadas por otro tipo de vegetación que son más agresivas o invasivas en este tipo de suelos que fueron afectados por incendios”, apuntó Dummel.
El trabajo se lleva adelante con las prácticas de los alumnos, se instalan las parcelas, y se sigue un plan de trabajo con un esquema que fue elaborado por varios investigadores de la Facultad de diferentes áreas, algunos más enfocados en silvicultura y otros al análisis de datos.
“La meta es lograr que este ensayo, además de tener respuesta del comportamiento de las especies nativas utilizadas, también nos permita obtener un punto de vista estadístico sobre qué tan bueno es el resultado. Las especies probadas fueron obtenidos de viveros de la zona y una colecta de semilla dentr de la reserva, para regenerar plantas con especies de la propia reserva y restaurar otros sitios afectados, con otros esquemas, no solo con este que estamos realizando en este caso. La respuesta la obtendremos en el mediano y largo plazo, pero la idea es ir haciendo ensayos de diferentes esquemas de plantaciones”, agregó el profesional.
Para Dummel, la importancia de este trabajo se basa en que comienza a generar conocimiento respecto a las situaciones de bosques nativos que pasan por procesos de fuego. En paralelo, se están realizando estudios de intensidad de las quemas que se registraron en diferentes lugares, donde se planifica instalar ensayos de restauración pasiva y hacer seguimiento de la regeneración natural. Lo que se busca es probar especies 10 especies, forestales y frutales, en un sistema de plantación mixta para evaluar el potencial o tener idea del comportamiento, para zonas semejante de la selva misionera.
Se acompaña este proceso con la colecta de semillas y generando los plantines en el vivero de la facultad.
“Ese trabajo se realizó con estudiantes de la tecnicatura universitaria en guardaparques, los cuales van a seguir colaborando, pero no quita a que en las próximas plantaciones se integre con otras carreras de la Facultad”, sostuvo Dummel.
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5000 árboles nativos para Guaraní
El proyecto de restauración que financia la Embajada de Suiza contempla este año realizar la plantación de 5.000 árboles nativos para la recuperación de 10 hectáreas de la Reserva Guaraní que fueron degradadas por los recientes incendios de enero de este año.
La iniciativa surge por medio del apoyo de la Fundación Hora de Obrar que en forma articulada con la UNaM buscaron dar los pasos necesarios para la recuperación del sitio tras estos incendios. Por otro lado, el área natural es el hogar de dos comunidades mbya guaraní, que han podido sostener su modo de vida tradicional desde generaciones a partir del cuidado y protección de la reserva.
Las primeras evaluaciones realizadas sobre los focos registrados, a partir de herramientas geomáticas, permiten establecer que la superficie dañada asciende aproximadamente a unas 400 hectáreas.
“Como parte de un plan de recuperación ambiental activa que se hace necesario implementar de manera perentoria y con un enfoque en la restauración, se propone el presente proyecto consistente en la plantación de al menos 5000 árboles nativos en el área afectada”, indicó Dohmann.
Estas acciones de plantación iniciaron el jueves a cargo de los equipos técnicos, responsables del cuidado de la reserva, estudiantes y voluntarios. “Son importantes y urgentes para frenar el avance desmedido de la tacuara, especie invasora que inhibe el crecimiento de otras especies nativas. Además, se dará prioridad a la plantación en zonas de alto riesgo de erosión, como lugares con alta pendiente, márgenes de arroyos y cabecera de vertientes, sitios claves para la disminución de la pérdida de suelo y refugio para fauna silvestre”, agregó Dohmann.
También en el marco del plan de restauración se realizarán actividades de capacitación, sensibilización y plantación de árboles de las que participarán docentes y estudiantes de dicha facultad, miembros de las comunidades mbya que habitan la reserva y agricultores familiares residentes en la zona cercana al área protegida.
“La inclusión de estos diversos actores es un aspecto clave para garantizar la sostenibilidad de las acciones, y aunar esfuerzos para futuras plantaciones”, remarcó Dohmann.
La ejecución del proyecto implicará al menos 10 jornadas, distribuidas en tres semanas, con grupos de 20 personas que irán rotando en su participación. Cada grupo de voluntarios participará de un taller inicial en el que se abordarán aspectos técnicos de restauración y recuperación de ecosistemas, se compartirán los objetivos y metas a alcanzar con el proyecto, buscando de esta manera su involucramiento en el continuo de actividades recuperativas que se llevarán a cabo en la Reserva, según el proyecto aprobado.
El apoyo solicitado a la Embajada de Suiza fue específicamente para afrontar los costos de:
– adquisición y traslado de plantines de árboles de distintas especies nativas que serán plantados.
– hidrogel: gel que absorbe y mantiene niveles de humedad adecuada en las raíces de los árboles plantados, reduciendo el riesgo de muerte por sequía.
– máquina hoyadora para la realización de los pozos donde se plantará.
– acciones de comunicación con el fin de difundir y sensibilizar.
Los meses adecuados para plantar son entre abril y octubre. Además de recuperar 10 hectáreas de bosque nativo afectadas por los incendios en la Reserva de Uso Múltiple Guaraní en el departamento de El Soberbio (Misiones), se busca sensibilizar a la sociedad en general sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad.
Fundación Hora de Obrar lleva adelante el proyecto “Crece Selva Misionera”, por medio del cual desde 2020 se encuentra impulsando la reforestación de la Selva Paranaense, apoyando a comunidades indígenas, pequeños productores agrícolas, municipios y reservas naturales con capacitaciones, asesoramiento y entrega de plantas nativas. Lleva plantados 95 mil árboles hasta el momento, y acompaña estas acciones con esfuerzos de difusión y recaudación para ampliar el impacto.