Esta especie habita los pastizales y humedales en buen estado de conservación en el nordeste del país, e integra la familia Icteridae, que agrupa 23 especies en Argentina, 19 de las cuales podemos observar en Misiones, incluido el tordo amarillo (Xanthopsarflavus), un ave en grave peligro de extinción a nivel global.
Hoy te presentamos a esta hermosa ave, el Pecho amarillo grande o Guirahuro (Pseudoleistesguirahuro), que habita los pastizales y humedales en buen estado de conservación en el nordeste del país, e integra la familia Icteridae, que agrupa 23 especies en Argentina, 19 de las cuales podemos observar en Misiones, incluido el tordo amarillo (Xanthopsarflavus), un ave en grave peligro de extinción a nivel global.
El Pecho amarillo grande, es un pájaro de tamaño medio y de contrastado plumaje, que se distribuye en el sur de Brasil, Uruguay, este de Paraguay y noreste de nuestro país, donde habita el este de las provincias de Formosa y Chaco, Corrientes y Misiones, norte de Santa Fe y de Entre Ríos. Habita pastizales altos, vegetación palustre y otros ambientes abiertos cercanos a humedales. Es frecuente en banquinas de rutas y caminos rurales.
Foto: Sabina De Lucca
Mide unos 25 cm de longitud, y su peso varía entre los 82 y 91 gramos, siendo las hembras de tamaño algo menor que los machos, aunque ambos sexos son similares en su plumaje, donde predominan y se contrastan dos colores: amarillo intenso y pardo oscuro. Sus partes dorsales, incluidas cola y alas, extenso capuchón en la cabeza y cuello y el pecho, son de color pardo oscuro, casi negruzcos. En neto contraste, una amplia rabadilla, las cobertoras en las alas y el resto de las partes ventrales, lucen de un intenso amarillo. Su pico largo y bien cónico, es negruzco como sus patas. El iris es pardo oscuro. Los juveniles son más parduzcos y con el amarillo más pálido.
De hábitos bien gregarios y conspicuos, se lo ve siempre en grupos, más numerosos y de hasta 50 o más individuos fuera de la temporada reproductiva. En ocasiones, sobre todo en invierno, puede asociarse a otras especies de ictéridos, como ocurre en Corrientes, donde convive con su congénere el Pecho Amarillo Chico (Pseudoleistesvirescens) muy parecido además, pero más amarronado y sin el notable amarillo de la rabadilla. También puede juntarse en bandadas mixtas con el ya mencionado Tordo amarillo, de tamaño menor y con un predominio amarillo intenso en su plumaje. Son muy bullangueros, y sus voces muy variadas y trinadas, son emitidas casi siempre en vuelo.
Su alimentación está basada principalmente en insectos, y algunas semillas que busca en el suelo. Ocasionalmente podría capturar pequeños vertebrados. Se lo observado alimentándose de granos arroz que caen de las máquinas cosechadoras, como también de granos y semillas en las heces del ganado.Al alimentarse en el suelo, desde la bandada o grupo se destaca siempre uno o más individuos, que posados expuestos y atentos dan la alarma ante un eventual peligro o predador.
Su biología reproductiva es poco conocida, a diferencia de su congénere que suele anidar en colonias y que ha sido muy bien estudiado en áreas templadas de su distribución. El Pecho amarillo grande, anida entre octubre y enero, y en forma más bien solitaria o bien con solo un par de nidos próximos entre sí, y con un sistema de cría social del tipo cooperativo, donde varios individuos interactúan en uno o más nidos. La poca información disponible proviene de Formosa y Corrientes.
Foto: Jimmy Rolón
Anidan en la vegetación arbustiva o herbácea en el entorno de esteros y otros ambientes palustres, a veces sobre el agua. Solo la hembra construye el nido, que tiene forma de copa profunda y compacta, elaborada con pastos secos y fibras vegetales sustentados por barro en la base; internamente es revestida con fibras finas y zarcillos. Los huevos, entre 3 y 6 por nidada, son de color blancuzco o blanco rosado con abundantes manchas violáceas, castañas y purpúreas más concentradas en el polo mayor.
La incubación demanda unos 14 días, y los pichones permanecen en le nidos unos 12 días. Son alimentados por sus padres, y también por varios “ayudantes de cría” denominados técnicamente “helpers”, cuya función es además de colaborar en la alimentación de los pichones en los nidos, vigilar y dar la alarma ante la presencia de intrusos y/o predadores.
De este modo, cuando recorras los pastizales y humedales nativos de nuestra provincia, recordá que en ellos viven, se alimentan y reproducen los Pecho amarillos, al igual que muchas más especies. Proteger y conservar estos pastizales garantiza, que podamos seguir observando de esta y otras bellas aves que los habitan.
Foto de Portada y Texto: Damián Lozano, de COA Tangará de Posadas, con la colaboración de Alejandro Di Giácomo
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