Las familias del kilómetro 85 de la Ruta Provincial 18, en el paraje Arroyo Grapia, celebran un cambio que promete transformar su vida cotidiana. Gracias a un programa de Energía de Misiones, estas comunidades rurales ahora cuentan con energía eléctrica generada mediante paneles solares, una solución que rompe el aislamiento de una zona de difícil acceso.
Para llegar a las chacras de los Cerpa, es necesario atravesar 50 kilómetros de caminos rurales desde el kilómetro 85 de la Ruta 18, en Dos Hermanas. Rodeadas por el espeso monte misionero, las pequeñas chacras se caracterizan por su conexión con la naturaleza y por la vida austera de sus habitantes, quienes ahora ven un futuro diferente con la llegada de este servicio básico.
Energía de Misiones entregó e instaló kits de generación fotovoltaica en las viviendas de esta comunidad. Cada hogar recibió tres paneles solares con baterías, conversores, enchufes y focos de bajo consumo, todos sin costo para los beneficiarios. En la segunda mitad del año, el programa alcanzó a 50 familias rurales en toda la provincia, llevando luz y nuevas oportunidades a los entornos más alejados.
Un cambio que impacta en el día a día
Los hermanos Cerpa, dedicados al cultivo de tabaco, la cría de animales y la producción para autoconsumo, son descendientes de pioneros que se adentraron en la selva para encontrar sustento. Junto con Juan Carlos Lima, vecino de Los Pinares, han visto cómo la llegada de la energía solar cambia aspectos fundamentales de su vida: ahora pueden conservar alimentos, especialmente carne, en condiciones seguras, mantener medicamentos refrigerados y acceder a comodidades como la radio, la televisión y agua fresca tras largas jornadas en el monte.
La implementación de este programa no termina con la colocación de los paneles. Energía de Misiones garantiza un seguimiento técnico para resolver eventuales inconvenientes, además de un proceso previo de relevamiento que incluye la evaluación socioeconómica, la cantidad de niños beneficiados y la detección de necesidades especiales en los hogares.
Los técnicos de Energía de Misiones destacan el impacto humano de este proyecto: “Ellos reciben la energía que les cambia la vida, y nosotros volvemos llenos de esa energía emocional por compartir ese momento importante”. Este ida y vuelta refleja la misión de integrar a los pioneros del siglo XXI en un entorno más conectado, mejorando sus condiciones de vida sin alterar su vínculo con la naturaleza.
Con esta iniciativa, los 15 niños de estas familias inician el nuevo año con la promesa de un futuro más próspero, donde la tecnología abre camino al desarrollo en el corazón de la selva misionera.
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