La provincia de Misiones continúa consolidando su liderazgo en políticas públicas orientadas a la conservación del ambiente y la promoción del vínculo entre la ciudadanía y la biodiversidad. En este marco, el pasado sábado se llevó a cabo una significativa actividad en el flamante Paisaje Protegido Arroyo Cazador, en el municipio de San Ignacio: una jornada de observación de aves y plantación de especies nativas, organizada por el Club de Observadores de Aves (COA) Tangará y Aves Argentinas. El evento contó con la participación de autoridades del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, guardaparques, organizaciones ambientales y representantes de la comunidad local.
El objetivo de esta jornada fue múltiple: además de celebrar la reciente creación de esta área protegida de 450 hectáreas, se buscó fomentar la conciencia ambiental a través del avistaje de aves y la revalorización del ecosistema local. Esta iniciativa refuerza el rol de las áreas naturales protegidas no sólo como bastiones de conservación, sino también como espacios educativos, turísticos y sociales que promueven un vínculo respetuoso con la naturaleza.

Una jornada para conectar con la selva
Desde las primeras horas de la mañana, decenas de personas —entre naturalistas, aficionados, estudiantes, familias y funcionarios— se congregaron para participar de una salida guiada por los senderos del paisaje protegido, en busca de las numerosas especies de aves que habitan esta región de la selva paranaense. Bajo la guía de integrantes del COA Tangará y técnicos de Aves Argentinas, los asistentes pudieron identificar especies emblemáticas de la región como el surucuá común, tangará cabeza celeste, jacamará verde, pepitero de collar, frutero azul y otras más esquivas como el atrapamoscas real o el milano plomizo.
El avistaje de aves, más que una simple actividad recreativa, representa una herramienta poderosa de educación ambiental. En ese sentido, Ignacio Gómez Gaffner, coordinador del COA Tangará, explicó: “La jornada de observación de aves es una manera de invitar a la gente a conocer y valorar el lugar. Poder mirar un ave en su ambiente, aprender a distinguir sus cantos y comprender su rol ecológico despierta una empatía inmediata con la naturaleza. Además, esta actividad nos permitió plantar especies nativas para recuperar un sector del monte que había sido intervenido”.
Una de las características más destacadas de este paisaje protegido es la presencia de un humedal que se formó naturalmente en la zona. Este ecosistema se convirtió en un refugio para diversas especies de flora y fauna, entre ellas aves migratorias, insectos acuáticos, anfibios y pequeños mamíferos. “Gracias a ese humedal se conformó un ecosistema muy interesante y frágil, que debemos preservar. Más allá de su belleza escénica, brinda servicios ecosistémicos vitales como la regulación hídrica, la captura de carbono y la biodiversidad que sustenta”, agregó Gómez Gaffner.
Áreas protegidas: una política ambiental sostenida
Durante la jornada, el ministro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, arquitecto Martín Recamán, compartió unas palabras en las que destacó la importancia de contar con nuevos espacios destinados a la conservación. “Esto suma a este gran valor de conservar las diferentes áreas que tiene la provincia como estrategia de preservación de todo lo que es, no solamente el bosque nativo, sino todos los espacios vinculados a humedales, recursos hídricos, espacios donde hay biodiversidad y es importante conservar. Sin dudas, estas diferentes categorías de áreas naturales protegidas contribuyen a un esquema central que es seguir manteniendo el ecosistema provincial”, señaló.
Recamán también subrayó que en Misiones la conservación es una política pública sostenida, y celebró la posibilidad de generar actividades que vinculen a las personas con la naturaleza. “Estamos convencidos de que para cuidar hay que conocer. Por eso celebramos estos espacios donde ciudadanía, técnicos, estudiantes y representantes institucionales pueden encontrarse con la biodiversidad de forma directa. Hay un valor ambiental, paisajístico y social que es imprescindible visibilizar”, sostuvo el funcionario.
Por su parte, el subsecretario de Ecología, Facundo Ringa, destacó que el trabajo articulado con organizaciones de la sociedad civil y los municipios es clave para fortalecer la red de áreas protegidas de Misiones. “Este tipo de actividades nos permite acercar el conocimiento científico y técnico a la comunidad, y también recoger saberes locales. La participación de vecinos y vecinas en la conservación garantiza que estos espacios se mantengan activos, con identidad territorial”, indicó.

El valor del Paisaje Protegido Arroyo Cazador
La categoría de “Paisaje Protegido” dentro del sistema provincial de áreas naturales protegidas representa una figura de gestión que equilibra conservación y uso sostenible. No se trata de una reserva de acceso restringido, sino de un territorio donde se busca preservar la biodiversidad al tiempo que se promueven actividades recreativas, educativas, culturales y de bajo impacto ambiental.
El Paisaje Protegido Arroyo Cazador se ubica en un área clave para la conectividad ecológica, funcionando como corredor biológico entre distintos relictos de selva nativa. Alberga especies vegetales propias del Bosque Atlántico del Alto Paraná, entre ellas guatambúes, cañafístulas, timbós, urundayes y palmitos, además de una rica fauna que incluye mamíferos como el zorro de monte, la corzuela, el coatí, y una gran diversidad de aves e insectos.
Además, el arroyo Cazador es una fuente de agua limpia que alimenta otras microcuencas de la región. Su protección implica también el cuidado de los recursos hídricos y los servicios ecosistémicos que benefician a la comunidad local, especialmente en un contexto de cambio climático y eventos extremos.
Plantación de nativas: restaurar el monte es sembrar futuro
Una de las acciones más destacadas de la jornada fue la plantación de ejemplares de especies nativas en un sector del paisaje que había sido degradado por actividades humanas en el pasado. La reforestación con especies autóctonas no solo mejora la calidad del suelo y la biodiversidad, sino que también permite recuperar los equilibrios ecológicos de forma sostenible.
“La plantación de árboles nativos es una forma concreta de restaurar el monte. Cada árbol es un microhábitat en potencia, es sombra, es alimento, es captura de carbono. Y sobre todo, es una señal de que estamos comprometidos con las generaciones futuras”, expresó una de las voluntarias participantes, integrante de una agrupación ambiental escolar.
La elección de las especies a plantar se hizo considerando criterios ecológicos y funcionales: se priorizaron aquellas que ofrecen alimento a las aves (como frutos y néctar), sombra a especies sensibles a la temperatura y fijación de nutrientes en el suelo.

Articulación institucional para conservar
La actividad fue posible gracias al trabajo conjunto de múltiples actores. Además del Ministerio de Ecología y el COA Tangará, participaron representantes del Parque Federal Campo San Juan —una iniciativa de cogestión entre Nación y Provincia—, Fundación Temaikèn, el Parque Provincial Teyú Cuaré y el Municipio de San Ignacio.
La presencia de técnicos, guardaparques y educadores ambientales permitió enriquecer la experiencia de los asistentes, que aprendieron sobre la dinámica de los ecosistemas locales, la importancia de los corredores biológicos y la diversidad de estrategias de conservación activas en Misiones.
“Esta articulación entre distintos niveles del Estado y las organizaciones sociales es clave para sostener en el tiempo las políticas ambientales. Cada actor aporta su mirada, su experiencia y su compromiso. Así se construye una red sólida de protección ambiental”, manifestó uno de los técnicos del Parque Campo San Juan.
Aviturismo y educación ambiental: una apuesta con futuro
La observación de aves se ha convertido en una actividad creciente en Misiones, no solo como práctica educativa, sino también como propuesta turística sustentable. La provincia forma parte del corredor ecoturístico del NEA, y su avifauna atrae a visitantes de todo el país y del exterior, especialmente ornitólogos, fotógrafos de naturaleza y amantes del turismo de naturaleza.
En este sentido, el Paisaje Protegido Arroyo Cazador se proyecta como un nuevo nodo dentro de la red de destinos de aviturismo, que combina belleza escénica, biodiversidad y servicios adecuados para el visitante responsable.
“El potencial es enorme. Misiones tiene más de 500 especies de aves registradas, muchas de ellas endémicas o en peligro. Esta riqueza natural debe ponerse en valor con respeto, planificación y participación local. Queremos que más jóvenes se sumen a esta movida, que encuentren en el monte una fuente de inspiración, de conocimiento y de empleo sustentable”, concluyó Gómez Gaffner.

Conservar es una decisión colectiva
Lo ocurrido este sábado en San Ignacio es mucho más que una actividad puntual. Es la expresión concreta de una visión política, institucional y ciudadana que entiende a la biodiversidad como un patrimonio colectivo. Es la celebración de un territorio que resiste y se regenera. Es una apuesta por la vida.
Mientras los pájaros siguen cantando en los humedales del arroyo Cazador, decenas de personas regresaron a sus hogares con la certeza de que cuidar la naturaleza no es un lujo, sino una necesidad urgente. Porque en cada ave que vuela, en cada semilla que germina, en cada mano que planta, hay futuro.
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