Durante el año pasado ingresó a la Legislatura misionera un proyecto de ley para crear el Programa Misionero de Innovación Financiera con tecnología blockchain y criptomoneda. De esta manera se busca adaptar las nuevas tecnologías como herramientas para potenciar el desarrollo social y económico de la provincia, como así también otorgar valor a los recursos naturales.
Adolfo Safrán – Canal 12
Fue una iniciativa del presidente de la Cámara de Diputados, Carlos Rovira, y luego el gobernador Oscar Herrera Ahuad conformó un equipo interdisciplinario comandado por el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, para buscar las mejores opciones tecnológicas para instrumentar la criptomoneda.
Según explicó el titular de la cartera de Hacienda a partir de las directivas recibidas, se está trabajando en dos líneas principales. La primera de ellas es poner en valor la selva misionera; mientras que por otro lado, también se busca la creación de una criptomoneda tradicional, estable y con respaldo nativo, cuyo fin es facilitar a los misioneros una nueva herramienta financiera.
“Ya con el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, en el mundo se está reconociendo aquellos esfuerzos que se hacen para la captura de carbono, o sea, la promoción y el cuidado del medio ambiente. Esto tiene un precio, un cobro que en este caso Misiones puede generar recursos a partir del cuidado del medio ambiente y que a su vez lo puede tokenizar a través de una criptomoneda”, comentó.
De esta manera, según precisó Safrán, hay un equipo interdisciplinario conformado por el ministro de Cambio Climático, Patricio Lombardi; el Fondo de Crédito de Misiones y la Agencia Tributaria.
La idea es “tokenizar” bonos de carbono, a partir de las grandes cantidades de oxígeno que emite la selva misionera. Se apunta a que los aportantes voluntarios o las empresas privadas -por Responsabilidad Social Empresaria o por multas a la contaminación ambiental- tengan la opción de comprar bonos de carbono de la selva misionera.
Mientras que en otra línea trabaja el equipo de técnicos en finanzas y Fintech, estos buscan generar una criptomoneda sustentada o respaldada por otro activo que puede ser dinerario o financiero.
Este proceso además favorecerá a la digitalización integral y transparente de los procedimientos administrativos, contribuyendo a la despapelización de los documentos en los organismos del Estado.
Divisa virtual de la selva misionera
Lanzaron en el país GBMcoin, una divisa respaldada con terrenos de la selva paranaense, en la provincia de Misiones.
Se trata de un proyecto global que innova en el capitalismo ecológico, la idea de hacer negocios con una mirada sustentable, sin perder el eje de lograr rentabilidad en el camino. Ya se emitieron 245 millones de monedas, que equivalen a 24.500 hectáreas destinadas a la reforestación de la zona tropical del noroeste de la Argentina.
GBM es una divisa emitida por Heimdall Technologies OÜ, una empresa con sede en Estonia. Para emitir, compra terrenos de zonas afectadas alrededor del planeta. La selección se limita a tierras privadas (no pueden ser parques nacionales o sujetas a protección estatal), que estén siendo explotadas.
Es necesario que haya actividad forestal de por medio, como la resiembra y tala de árboles para la venta. Además, tienen que estar libre de ocupación y haber entrado en un rango de incendio forestal en los últimos 20 años.
Con las parcelas, la compañía emite las criptomonedas durante un periodo de capitalización en el que recauda fondos. Los inversores no pueden desprenderse de su compra por seis meses mientras la zona es reforestada. Cada GBMcoin tiene un valor de 1,09 dólar y la adquisición mínima es de 100 dólares.
Los terrenos que respaldan la emisión son los primeros del millón de hectáreas de zonas afectadas en el mundo que la compañía pretende remediar en 10 años. Después del tiempo en el que se repare el ambiente, la tierra se donará a la provincia de Misiones, no se la queda la compañía.
De esta manera a medida que la selva sea reparada, la empresa va a emitir bonos de carbono, un instrumento que introdujo el tratado de Kioto, el acuerdo mundial sobre el cambio climático.