El estudio, en colaboración con un equipo internacional de investigadores climáticos liderados por la Vrije Universiteit Brussel, revela que los niños de hoy vivirán siete veces más olas de calor, y, además, 2,6 veces más sequías, 2,8 veces más inundaciones, casi tres veces más malas cosechas y el doble de incendios forestales que las personas nacidas hace 60 años.
Los expertos advierten que algunos niños podrían verse afectados por varios de estos desastres simultáneamente o en rápida sucesión, lo que agravaría aún más la devastación.
La infancia que vive en países con ingresos bajos y medios, así como en comunidades desfavorecidas, será la más afectada, al tener ya un riesgo mucho mayor de padecer enfermedades transmitidas por el agua, el hambre y la malnutrición, y sus hogares suelen ser más vulnerables a los mayores riesgos de inundaciones, ciclones y otros fenómenos meteorológicos extremos.
En Afganistán, los recién nacidos podrían enfrentarse a hasta 18 veces más olas de calor que sus abuelos, mientras que, en Mali, podrían sufrir 10 veces más pérdidas de cosechas, una “realidad aterradora” para esta generación y las futuras, remarca en un comunicado la directora de Save the Children International, Inger Ashing.
“Sin una acción urgente, estaremos entregando un futuro mortal a nuestros hijos”, alerta Ashing, convencida de que “la crisis climática es una crisis de derechos infantiles”, por lo que es necesario “escuchar a los niños y pasar a la acción”.
Olas de calor
El Acuerdo de París prevé en su texto original que las temperaturas aumenten para 2100 entre 2,6 y 3,1 grados por encima de los niveles preindustriales, un incremento que tendría un impacto “inaceptable” en los niños, alerta Save the Children.
Sin embargo, la ONG remarca que todavía hay margen para revertir estos pronósticos: si el calentamiento global se limitara a 1,5 grados, la exposición de los recién nacidos a olas de calor se reduciría en un 39% para las sequías, en un 38% para las crecidas de los ríos, en un 28% para las malas cosechas y en un 10% para los incendios forestales.
Asimismo, Save the Children aboga por incrementar la financiación climática para ayudar a los niños y a sus comunidades a adaptarse a la crisis climática e insta a las autoridades a poner las demandas de la población más joven en el centro de los acuerdos medioambientales.
El informe también revela que los efectos del cambio climático alteran el acceso de los niños y las niñas a la atención sanitaria y a la educación, especialmente de los ya desfavorecidos, como las niñas, la infancia refugiada, con discapacidad y de comunidades indígenas.
Cambio Climático: se duplicaron en el mundo los días con temperaturas que superan los 50 grados https://t.co/KiGZMLuVvI
— misionesonline.net (@misionesonline) September 15, 2021
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
Trabaja con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de estos programas, proporciona una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.