Los incendios forestales en la región andinopatagónica de Chile y Argentina, como los que están afectando actualmente al Parque Nacional Los Alerces y al brazo Tristeza del Nahuel Huapi, han experimentado un aumento significativo en las últimas décadas, advierten especialistas. Este incremento podría multiplicarse en los próximos años debido al impacto del cambio climático, según indican investigaciones en el área.
Thomas Kitzberger, biólogo especializado en Ambiente, Conservación y Sustentabilidad del Conicet, señaló que los incendios están volviéndose más frecuentes, intensos y de mayor tamaño. Anteriormente, se registraban grandes incendios cada 20 años, pero ahora ocurren tres o cuatro veces por década. Este cambio se relaciona con la disminución de las precipitaciones y el aumento de la temperatura en la región durante las últimas décadas.
Los modelos climáticos predicen un escenario alarmante para el futuro. Según estos modelos, para mediados del siglo XXI, las probabilidades de incendios podrían multiplicarse por dos o tres, y hacia finales de siglo, por seis o siete.
Kitzberger destaca tres elementos necesarios para que se produzca un incendio: biomasa para quemar, condiciones climáticas secas y una fuente de ignición. La región andinopatagónica cuenta con una gran cantidad de biomasa, mientras que el cambio climático está aumentando la frecuencia de tormentas eléctricas, que son una fuente común de ignición.
Aunque la mayoría de los incendios son provocados por actividades humanas, como accidentes o quemas intencionales, los expertos creen que la sociedad puede influir en la prevención de incendios a través de la gestión forestal.
Juan Gowda, investigador adjunto del Conicet, resalta la importancia del manejo forestal en la reducción del riesgo de incendios. A pesar de contar con herramientas legales para gestionar los bosques, como la Ley de Bosque Nativo, Gowda lamenta que no se estén implementando medidas efectivas de manejo forestal.
Gowda aboga por un enfoque integral que incluya la conservación, la restauración y la extracción controlada de los recursos forestales. Además, destaca la necesidad de un plan de manejo del fuego que reduzca la cantidad de combustible disponible para los incendios.
Los investigadores coinciden en que la problemática de los incendios forestales es multidimensional y está influenciada por factores climáticos, biológicos y sociales. Además de las condiciones climáticas y la disponibilidad de combustible, se deben considerar las motivaciones humanas para provocar incendios y los comportamientos que aumentan el riesgo de fuego.
En resumen, enfrentar el desafío de los incendios forestales en la región andinopatagónica requerirá medidas coordinadas que aborden tanto las causas naturales como las humanas de estos eventos devastadores. La gestión forestal sostenible y la prevención de incendios deben ser prioridades para proteger la biodiversidad y los recursos naturales de esta importante región.
