Durante el Mes del Medio Ambiente, el Grupo de Educadores Ambientales (GEA) del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones intensificó su presencia en instituciones educativas del centro de la provincia, fortaleciendo la conciencia ecológica y promoviendo el debate sobre sostenibilidad, cambio climático y conservación de la biodiversidad, impulsando la educación ambiental.
En una provincia marcada por su histórica vocación ambiental, las acciones de educación, concientización y participación ciudadana son pilares esenciales para sostener la protección del entorno. El Grupo de Educadores Ambientales (GEA) de la Zona Sur, dependiente del Ministerio de Ecología de Misiones ecologia.misiones, llevó adelante una serie de intervenciones territoriales en el marco del Mes del Medio Ambiente, acompañando foros, talleres y charlas en escuelas secundarias de Jardín América y General Urquiza.
Estos espacios, concebidos para fortalecer los lazos entre la comunidad educativa y las políticas ambientales provinciales, promovieron el pensamiento crítico, el compromiso colectivo y el protagonismo de las nuevas generaciones en la lucha contra la crisis climática y la degradación ambiental.
El Foro Estudiantil sobre Cambio Climático: jóvenes que piensan el futuro
Uno de los momentos más significativos fue la realización del 4º Foro Estudiantil sobre Cambio Climático en la Escuela de Comercio Superior Nº2 de Jardín América. Organizado y coordinado por estudiantes de quinto año de la orientación en Ciencias Naturales, el evento adoptó este año el lema “Ambiente y Economía”, en una clara muestra de madurez discursiva y visión integral de la problemática ambiental.
Lejos de encarar la temática desde una óptica meramente ecológica, el foro propuso repensar el vínculo entre los modelos de desarrollo económico y el deterioro del entorno natural, fomentando una mirada crítica sobre el consumo, la producción, el uso de recursos y las políticas públicas.
El GEA acompañó activamente la jornada, promoviendo la participación a través de dinámicas colaborativas, debates guiados y reflexiones colectivas. La presencia de los educadores ambientales sirvió como nexo entre la juventud y los programas provinciales de sostenibilidad, subrayando la importancia del rol pedagógico en la construcción de una ciudadanía ambientalmente responsable.
El cierre del foro fue coronado con la presentación de la obra de títeres “Alerta en la Selva”, una propuesta lúdica y simbólica que retrata los conflictos ambientales del Bosque Atlántico mediante personajes entrañables y situaciones cotidianas. El lenguaje teatral permitió profundizar conceptos complejos como la deforestación, el tráfico de fauna o el cambio climático, y transmitirlos con fuerza emocional a través de la narrativa y la empatía.
Articular saberes y territorios: biodiversidad y conservación en General Urquiza
Simultáneamente, el Grupo de Educadores Ambientales se trasladó a la Escuela Secundaria CEP Nº35 de General Urquiza, donde se realizó la charla “Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas: hacia una red territorial para la conservación”, a cargo de guardaparques provinciales.
El encuentro permitió a los estudiantes comprender el valor estratégico de las áreas protegidas en Misiones, provincia que alberga más del 52% de la biodiversidad de Argentina en apenas el 3% de su superficie. A través de presentaciones audiovisuales, testimonios de campo y materiales interactivos, se abordaron temas como la conectividad ecológica, el corredor verde, la fragmentación del hábitat y el papel que juegan las comunidades locales en la defensa del patrimonio natural.
Además, los guardaparques compartieron su experiencia directa en el territorio, narrando situaciones cotidianas vinculadas al control de caza furtiva, la protección de especies amenazadas, los patrullajes preventivos y la educación en senderos interpretativos. La charla no solo brindó conocimiento técnico, sino que inspiró vocaciones y sembró en muchos estudiantes el interés por carreras vinculadas al ambiente, la biología o la conservación.
Educación ambiental como política pública: Misiones como ejemplo regional
Las acciones desarrolladas por el GEA durante el Mes del Medio Ambiente no son hechos aislados, sino parte de una política pública sostenida y transversal que posiciona a Misiones como un modelo de gestión ambiental en la región. La provincia ha logrado articular educación, participación comunitaria y conservación de la naturaleza de un modo ejemplar, con un enfoque que combina ciencia, cultura, identidad y territorio.
Desde el nivel ministerial, se impulsa una visión pedagógica centrada en la experiencia, la emocionalidad y el compromiso colectivo. El objetivo no es solo transmitir información, sino generar transformación: formar personas conscientes de su entorno, críticas frente a las problemáticas socioambientales y activas en la construcción de soluciones sostenibles.
Los educadores ambientales cumplen un rol clave como mediadores entre el saber técnico y la realidad local, adaptando los contenidos a cada territorio y trabajando en red con docentes, referentes comunitarios, agentes municipales y organizaciones civiles.
Foro, obra y charla: tres lenguajes, una misma causa
Las tres instancias mencionadas —el foro estudiantil, la obra de títeres y la charla de biodiversidad— revelan la riqueza de enfoques y lenguajes posibles para abordar la educación ambiental. El foro convocó al debate académico y a la reflexión crítica; la obra de títeres apeló a la sensibilidad y a la capacidad de imaginar futuros posibles; y la charla con guardaparques conectó el conocimiento científico con la experiencia vivencial del territorio.
Este abanico de propuestas demuestra que la sensibilización ambiental no puede limitarse a un único formato ni a un solo momento del año. Por el contrario, requiere continuidad, creatividad y transversalidad curricular. Es necesario integrar estos temas en todas las áreas del conocimiento —desde la matemática a la literatura, desde la historia a la tecnología— para consolidar una cultura ambiental que trascienda lo discursivo y se exprese en prácticas concretas.
Jóvenes protagonistas: el cambio empieza en las escuelas
Uno de los elementos más potentes de las actividades desarrolladas en Jardín América y General Urquiza fue el protagonismo juvenil. Los estudiantes no solo participaron como oyentes o espectadores, sino que fueron organizadores, presentadores, oradores, titiriteros, moderadores de debate y diseñadores de materiales.
Este empoderamiento pedagógico no es menor: implica reconocer a los jóvenes como actores políticos con capacidad de incidencia, no como meros receptores de un discurso elaborado por adultos. En un contexto de crisis climática global, es urgente habilitar la voz de las nuevas generaciones, que son quienes más sufrirán las consecuencias de las decisiones actuales.
Además, muchas de estas escuelas funcionan como verdaderos nodos de educación ambiental en sus comunidades, replicando las iniciativas y articulando con municipios, cooperativas, ferias, radios escolares y proyectos agroecológicos. De este modo, la escuela se transforma en un espacio de producción de conocimiento, pero también de acción concreta: compostaje, reciclaje, huertas comunitarias, campañas de reforestación, limpieza de cursos de agua, entre otras.

El rol de los educadores ambientales: construir puentes, no discursos
El GEA se configura como una herramienta fundamental del Ministerio de Ecología para llegar al territorio con propuestas accesibles, contextualizadas y transformadoras. A diferencia de modelos verticalistas o meramente informativos, su metodología parte de la escucha, la co-creación y la reciprocidad.
Los educadores ambientales no bajan línea: escuchan, preguntan, provocan, acompañan. Su tarea no consiste en “enseñar la naturaleza”, sino en reconectar a las personas con ella, resignificar los vínculos y proponer alternativas colectivas frente a los modelos extractivistas y de consumo ilimitado.
En este sentido, la educación ambiental en Misiones asume una dimensión ética, cultural y política: cuestiona las desigualdades, interpela los modelos de desarrollo y promueve una ciudadanía activa, consciente y responsable.
Desafíos futuros: de la sensibilización a la transformación
Si bien las acciones del GEA han generado impactos positivos, también es necesario proyectar nuevas estrategias a largo plazo. La educación ambiental no puede depender únicamente del empuje de equipos ministeriales o docentes comprometidos: requiere institucionalización, recursos, formación continua y evaluación de resultados.
Algunos desafíos prioritarios son:
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Ampliar la cobertura territorial, llegando a zonas rurales o de difícil acceso.
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Fortalecer la formación docente en educación ambiental, con herramientas didácticas actualizadas y enfoque crítico.
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Incorporar la perspectiva ambiental en todos los niveles curriculares, desde nivel inicial hasta terciario.
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Sistematizar y evaluar las experiencias locales, para identificar buenas prácticas y replicarlas.
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Articular con universidades, ONGs y municipios, generando redes de acción e intercambio.
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