Luego de que un hombre llevara a cabo la matanza de un centenar de estos animales y tapara 140 nidos en un campo de Punta Tombo, en Chubut, se conoció un nuevo peligro que pone a los pingüinos en amenaza. Ambientalistas de la ciudad de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, denunciaron que la contaminación de la industria pesquera está afectando a 35 mil ejemplares de estas aves.
Se trata de colonias de pingüinos de Penacho Amarillo -algunos recordarán su apariencia por la película Happy Feet– y Magallanes, que habitan en la ría de la ciudad y arriban a esa zona costera en esta época del año.
El lugar se caracteriza por contar con una amplia variedad de especies de aves y mamíferos marinos que le dan una belleza inigualable, en este sector de la Patagonia austral. Se encuentra a 20 kilómetros del centro urbano, se puede acceder a ella a través de una breve navegación y representa una de las áreas naturales protegidas por la gobernación de Santa Cruz.
El agua se tiñó de naranja como producto de los volcados de desechos líquidos sin tratar y los especialistas han encontrado valores alarmantes de bacterias coliformes, grasas, aceites y otras sustancias que ponen en serio riesgo el equilibrio del ecosistema del lugar y en peligro la vida de las colonias de pingüinos que arriban en esta época del año.
El cambio de color se da en el sector donde se arrojan los desechos, allí, el agua contrasta notoriamente con el azul profundo del resto de la ría. La tonalidad naranja implica alta contaminación y toxicidad.
La licenciada Débora De Monte, experta en medio ambiente del lugar y ex Subsecretaria de Ambiente Municipal, lo explica y lo detalla desde una perspectiva científica: «Hemos realizado un muestreo y análisis de laboratorio de los efluentes industriales pesqueros que se vuelcan en el agua de la ría y encontramos que se superan los límites permisibles establecidos».
Las consecuencias que derivan de esta situación «se traducen en infecciones por microorganismos patógenos, modificación de la vida acuática por disminución del oxígeno disuelto, generación de olores desagradables y alteraciones estéticas por la presencia de espumas, turbidez y color en el cuerpo de agua receptor de los efluentes», detalló la ambientalista.
En Puerto Deseado se repite lo que ocurrió hace dos meses en Trelew, donde una laguna tomó un inesperado color rosado debido a la misma situación: empresas que arrojan desechos de pescado sin procesar causando contaminación y olores nauseabundos. El caso de las piletas de la ciudad de Chubut pertenecientes a la Corporación de Fomento (un ente gubernamental) llegó incluso a medios internacionales.
El pingüino de Penacho Amarillo
El pingüino de Penacho Amarillo se distingue por tener una ceja larga amarilla brillante que se extiende por detrás y ojos rojos.
En la Patagonia se los puede ver cada año en las costas de Puerto Deseado ya que eligen para nidificar a partir de noviembre el Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino. En estos meses esa localidad tiene el privilegio de ser el único anfitrión de los pingüinos y es posible acercarse y tomar fotos.
Esta situación por la que atraviesan las especies se agrega a la matanza de pingüinos en un campo de Punta Tombo, en Chubut. En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente de la Nación (que trabaja en el tema de la ría) anunció que una brigada de Control Ambiental de ese ministerio está trabajando en la zona y se anunció que presentará una denuncia penal al respecto.
Chubut | El dueño de un campo destruyó 140 nidos de pingüinos de una reserva natural con una topadorahttps://t.co/zvld42h5xm
— misionesonline.net (@misionesonline) November 30, 2021