La Fundación Vida Silvestre Argentina y el Ministerio de Ecologia y Recursos Naturales Renovables de Misiones iniciaron formalmente las primeras tareas de restauración del monte nativo en el Parque Provincial Guardaparque Horacio Foerster. Se trata de acciones concretas que se desarrollan en los lotes adquiridos y donados por Vida Silvestre en 2024, con el objetivo de mejorar el diseño y la funcionalidad del área protegida y, al mismo tiempo, contribuir a la recuperación de la selva misionera.
Este avance representa un paso significativo en la consolidación del corredor biológico Urugua-í–Foerster, una franja estratégica de bosque que conecta dos de las áreas más importantes para la biodiversidad del noreste argentino.
Los primeros trabajos en el terreno
En los últimos días, bajo la coordinación de los guardaparques del Parque Provincial Foerster y con el apoyo técnico y logístico de Vida Silvestre, se llevaron a cabo las tareas iniciales de descompactación mecánica del suelo. Esta labor, aunque técnica y silenciosa, resulta esencial: la compactación del suelo es una de las secuelas más graves de la deforestación y del uso agroganadero intensivo, ya que dificulta la infiltración de agua, reduce la aireación y limita el crecimiento de nuevas raíces.
Al descompactar el suelo, se generan las condiciones adecuadas para que los futuros árboles puedan crecer de manera saludable y que la regeneración natural de la vegetación nativa encuentre un terreno fértil para expandirse.
En las próximas semanas, el trabajo se intensificará con la plantación de 5.000 árboles de diversas especies nativas de la selva misionera, todas ellas provistas por el Vivero de Nativas Andrés Johnson, ubicado en la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í. Paralelamente, se avanza con el manejo de la regeneración espontánea de plantas nativas y con el control de pasturas invasoras, que suelen competir de manera desleal con las especies de bosque nativo e impedir su desarrollo.
Una superficie con historia y desafíos
Los terrenos sobre los que hoy se trabaja están ubicados en Picada Suárez, en el municipio de Comandante Andresito, al norte de Misiones. Son unas 100 hectáreas que en 2024 fueron donadas por Vida Silvestre al sistema provincial de áreas protegidas.
La historia de estas tierras refleja un proceso común en la región: durante años, casi el 40% de esa superficie fue deforestada para dar paso a actividades de producción agrícola-forestal y ganadera. La pérdida de la cobertura boscosa significó también la degradación de suelos, la desaparición de hábitats para especies de flora y fauna, y la fragmentación de corredores biológicos vitales para animales de gran movilidad, como el yaguareté.
Hoy, con las acciones de restauración en marcha, se busca revertir ese proceso y restablecer el monte nativo mediante la plantación de árboles autóctonos y el acompañamiento de la regeneración natural que aún persiste en el lugar.

Restaurar para conservar
La restauración ecológica no solo significa volver a plantar árboles: es un proceso integral que apunta a recuperar los servicios ambientales que provee la selva. Estos servicios incluyen la regulación del clima local, la captura de carbono, la protección del suelo contra la erosión, la purificación del agua y la provisión de hábitat para especies de alto valor de conservación.
En este caso, la restauración también busca mejorar la funcionalidad del Parque Provincial Foerster, ampliando sus límites y consolidando su rol como área núcleo en el corredor Urugua-í–Foerster. Dicho corredor cumple una función ecológica crítica: conectar masas de bosque que, aisladas, perderían biodiversidad y capacidad de sostener especies de gran tamaño.
El corredor Urugua-í–Foerster: un puente de vida
La ampliación del Parque Foerster mediante las tierras donadas por Vida Silvestre refuerza un eslabón clave de la selva paranaense, uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del planeta y, al mismo tiempo, uno de los más amenazados.
El corredor biológico Urugua-í–Foerster une el Parque Provincial Urugua-í con el Parque Provincial Foerster, creando un continuo de bosque que se extiende hacia la frontera con Brasil. Esta conectividad es indispensable para especies como el yaguareté, el tapir, el oso hormiguero grande, y múltiples aves y reptiles que requieren grandes extensiones para sobrevivir.
Sin estos corredores, los animales quedan aislados en fragmentos de bosque, lo que reduce sus posibilidades de encontrar alimento, reproducirse y mantener poblaciones genéticamente viables.
Beneficios más allá de la biodiversidad
Las áreas protegidas no solo resguardan la fauna y flora. También impulsan la investigación científica, ofrecen espacios para la educación ambiental, sostienen actividades de turismo de naturaleza y aportan beneficios directos a las comunidades locales.
El monte misionero brinda servicios que resultan vitales para la calidad de vida humana: regula el ciclo del agua, mitiga los efectos del cambio climático, aporta recursos genéticos y garantiza la polinización de cultivos, entre muchos otros.
Además, en un contexto global donde la crisis climática exige soluciones naturales, la restauración de ecosistemas aparece como una de las medidas más efectivas y de bajo costo. Recuperar bosques significa capturar carbono de la atmósfera, amortiguar temperaturas extremas y generar resiliencia frente a fenómenos climáticos cada vez más intensos.
Un esfuerzo conjunto
El proyecto de restauración es fruto de la articulación público-privada entre la Fundación Vida Silvestre Argentina y el Ministerio de Ecología de Misiones, con la participación activa de los guardaparques provinciales que trabajan día a día en el territorio.
Este modelo de cooperación demuestra que los esfuerzos compartidos permiten alcanzar objetivos de mayor escala y eficacia. La adquisición de tierras, la donación al sistema de áreas protegidas, el diseño de estrategias de restauración y la ejecución de las tareas son parte de una cadena de acciones que solo son posibles gracias a la convergencia de múltiples actores.

Fundación Vida Silvestre Argentina
Creada en 1977, la Fundación Vida Silvestre Argentina es una organización no gubernamental, de bien público y sin fines de lucro. Su misión es proponer e implementar soluciones para conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recursos naturales y fomentar conductas responsables en un contexto de cambio climático.
Desde 1988, Vida Silvestre está asociada a WWF (World Wide Fund for Nature), una de las organizaciones de conservación independientes más grandes del mundo, presente en más de 100 países.
A lo largo de sus casi cinco décadas de trayectoria, Vida Silvestre ha sido protagonista en la creación de áreas protegidas, el impulso de leyes ambientales, la promoción de buenas prácticas productivas y la implementación de proyectos de restauración y conservación en diversas ecorregiones de la Argentina.
Su trabajo en la selva misionera tiene una larga historia, con la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í como emblema. En este espacio se encuentra el Vivero de Nativas Andrés Johnson, desde donde provendrán los 5.000 árboles destinados a la restauración del Parque Foerster.
Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones
El Ministerio de Ecología de Misiones tiene la responsabilidad de gestionar el sistema provincial de áreas naturales protegidas, coordinar las políticas de conservación y promover la educación ambiental. En este marco, el Parque Provincial Foerster forma parte de la red de parques y reservas que protegen lo más valioso del patrimonio natural misionero.
La articulación con organizaciones como Vida Silvestre refuerza la capacidad del Estado para llevar adelante acciones de gran impacto, optimizando recursos y potenciando el alcance de los proyectos.
Un futuro en construcción
La restauración del Parque Provincial Foerster no se limita a las 100 hectáreas iniciales. Es un proceso de largo plazo que implicará monitoreo continuo, mantenimiento de plantaciones, seguimiento de regeneración natural y evaluación de impactos.
Cada árbol que se plante, cada hectárea que se recupere y cada especie que retorne al área será un paso más hacia la consolidación de un bosque saludable y funcional.
Para la comunidad de Comandante Andresito y para Misiones en su conjunto, este proyecto representa una inversión en el futuro: más bosques significan más agua, más resiliencia climática, más biodiversidad y más oportunidades de desarrollo sustentable.
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