Esta medida tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono asociadas a los viajes en avión, que son significativamente más altas en comparación con el transporte ferroviario. Francia ya implementó una iniciativa similar en marzo pasado, lo que resultó en la eliminación de tres rutas aéreas domésticas en ese país.
Yolanda Díaz, líder de Sumar, expresó su compromiso con la «revolución verde» y la necesidad de priorizar la lucha contra el cambio climático en la agenda legislativa. Según un informe elaborado por Ecologistas en Acción, la eliminación de los vuelos cortos en España podría generar un ahorro de más de 300,000 toneladas de dióxido de carbono al año.
El estudio de Ecologistas en Acción revela que entre 2013 y 2019, los vuelos domésticos en España experimentaron un aumento del 27%, lo que se tradujo en un incremento del 30% en las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a estos vuelos. Estas cifras están significativamente por encima de países como Alemania, que mantuvo prácticamente constante su número de vuelos internos, o Francia y el Reino Unido, que lograron reducir sus operaciones aéreas domésticas en un 5% y un 8%, respectivamente.
De acuerdo con lo establecido en el nuevo pacto entre el PSOE y Sumar, tres rutas en España podrían verse afectadas por esta medida: los vuelos entre Madrid y Alicante, entre Madrid y Barcelona, y entre Madrid y Valencia. En todos estos casos, existen alternativas ferroviarias que ofrecen tiempos de viaje inferiores a 2,5 horas.
Uno de los focos de mayor contaminación se encuentra en el corredor aéreo entre Madrid y Barcelona, que en 2019 registró más de 15,000 operaciones aéreas y generó más de 168,000 toneladas de CO2. Si se implementa el acuerdo, esta ruta podría ser eliminada, ya que existe una alternativa ferroviaria eficiente.
Por ejemplo, el trayecto en tren entre Madrid y Barcelona cubre una distancia de 484 kilómetros en 2 horas y 29 minutos, con 16 viajes diarios en cada sentido. Las emisiones de CO2 se reducirían significativamente en comparación con el avión, pasando de 135,74 gramos por pasajero y kilómetro a solo 18 gramos en el tren.
Las rutas entre Madrid y Alicante y entre Madrid y Valencia también podrían verse afectadas por este acuerdo, ya que el tren ofrece alternativas con tiempos de viaje de 2 horas y 20 minutos y 1 hora y 49 minutos, respectivamente. En ambos casos, las emisiones de CO2 se reducirían de manera significativa en comparación con los vuelos.