La Fundación Rewilding Argentina anunció este miércoles el nacimiento en estado silvestre de los primeros dos muitú, el ave galliforme más grande de la Argentina, en la reserva de los Esteros de Iberá.
El nacimiento cobra relevancia porque se trata del primero producido en la provincia después de 50 años de la extinción de esta especie en territorio correntino. El ave también vive en zonas aisladas de Chaco y Formosa y en regiones de Bolivia y Brasil.
“Son las crías de dos de las parejas reintroducidas, que ya recorren junto a sus padres el territorio ibereño en busca de comida”, informó la entidad ambientalista.
El proyecto de reintroducción de muitú comenzó en 2019 con el arribo de los primeros ejemplares procedentes del Refugio Bella Vista, en la localidad brasileña de Foz do Iguaçu y gestionado por Itaipú Binacional. “A principios de 2020 se liberó el primer grupo de 9 ejemplares en el norte del Gran Parque Iberá”, explicó la fundación. Y añadió: “Tras atravesar un periodo de cuarentena fueron llevados a la reserva Yerbalito, a un aviario de presuelta. Este recinto de 12 metros de altura fue diseñado para albergar varios ejemplares, y cuenta con árboles en su interior que ellos utilizan para dormir. Tras algunos meses de aclimatación, los ejemplares fueron liberados en la reserva”.
Finalmente, se produjo el nacimiento de los dos primeros pichones en estado silvestre. La última vez que había sucedido un hecho de este tipo en la provincia de Corrientes ocurrió hace medio siglo.
Cuáles son las características del muitú
El muitú es el ave galliforme más grande de Argentina. Vivió en el nordeste del país, pero debido a la caza para obtener su carne y la modificación de las selvas donde vivía desapareció de las provincias de Santa fe, Corrientes y Misiones y solo subsiste en bajo número en sectores localizados del este de Chaco y Formosa.
El ave es un gran consumidor y dispersor de frutos y semillas, lo que ayuda en la regeneración de los bosques que habita. El muitú está categorizado como “vulnerable” a nivel global y como especie de “alta prioridad de conservación”.
En Argentina la especie se encuentra categorizada “en peligro” ante la continua reducción de sus poblaciones y las áreas de ocupación. Además, continúan las amenazas de la caza furtiva y la degradación o pérdida de hábitat por tala selectiva o alteraciones en los cursos de agua.
La fundación estima que el número de individuos maduros no superaría los 2.500 en todo el país. Las poblaciones más viables se encuentran en los bosques en galería del este de Formosa y de manera aislada y escasa en el extremo noreste de Chaco.
Fuente: Todo Noticias