Manuel Jaramillo, director general de la Fundación, se refirió al trabajo realizado en este cuarto de siglo. Además, reveló cuales son los puntos que debe mejorar la provincia para seguir protegiendo a la fauna autóctona.
La Fundación Vida Silvestre cumplió 25 años de trabajo en la provincia de Misiones. Con más de 3500 hectáreas protegidas, la entidad se enfoca en la recuperación de espacios para el crecimiento de especies autóctonas y su protección.
En este sentido, Jaramillo, explicó a detalle el trabajo que vienen realizando desde hace más de dos décadas y reveló los puntos que debe mejorar la provincia en materia de cuidado ambiental.
“El trabajo que se hizo de monitoreo, que empezó allá por el año 2002 a diseñarse y tuvo sus primeros resultados en 2008, determinó que aproximadamente había entre cincuenta y sesenta yaguaretés en la selva misionera, una disminución muy drástica en relación a lo que se estimaba que había en los años 90”, reveló.
Jaramillo explicó que esos datos les permitieron a muchas organizaciones, como Red Yaguareté, parques nacionales y demás, trabajar de manera conjunta en el diseño de un plan para la conservación y la restauración de la población de yaguaretés.
“Esto implicó que hubiera más recursos para control y vigilancia, que hubiera principalmente más actividades de comunicación, educación y concientización”, expresó.
“Creo que, en ese tiempo, entre el 2002 y la actualidad, más misioneros y muchos más argentinos conocen la existencia de los yaguaretés, conocen su problemática y la importancia de su conservación”, explicó Jaramillo.
En este sentido, resaltó que actualmente, la provincia cuenta con un estimado de cien ejemplares de yaguareté, lo que implicaría un aumento significativo en la población de estos.
Sin embargo, señaló que este aumento también propició más situaciones de conflictividad, como es el caso de yaguaretés atropellados en las rutas misioneras por negligencia de los conductores.
En otros casos, como el ataque de estos animales hacia el ganado, Jaramillo explicó que se debe a que han perdido su territorio o que “todavía no lo tienen o no lo han ganado”.
“Esto tiene que ver mucho con la competencia que se da dentro de la especie, pero también con la falta de represas silvestres en el monte. Si el animal tuviera una zona silvestre donde desenvolverse, sería muy raro que ataque al ganado”, explicó Jaramillo.
Además, indicó que esta problemática va de la mano con la necesidad de “prevenir la caza furtiva, fortalecer las zonas protegidas y manejar bien los bosques nativos que están en producción forestal”.
“Es justamente prever y promover esa conectividad para que la fauna silvestre pueda estar presente en el bosque”, comentó.
Finalmente, Jaramillo se pronunció acerca de lo que los misioneros pueden aportar para contribuir en el cuidado de estos ejemplares autóctonos y su ecosistema.
“Sin duda Misiones es bandera de la conservación. La provincia está a la vanguardia en ese aspecto y si bien falta mucho, estamos mucho mejor que otras provincias. Creo que es fundamental que los misioneros encuentren la forma de poder seguir desarrollándose sin destruir más bosques nativos en pos de una mayor optimización de las áreas productivas que ya están convertidas”, manifestó.
“Hay que preservar el suelo, hay que preservar la capacidad de infiltración del agua y hay que preservar las fuentes de agua en Misiones. Es complejo, porque si bien hay mucha agua disponible, hay mucha agua que falta también y eso tiene que ver, principalmente, con la falta de habilitación de recursos hídricos”.
En tanto señaló que, además, se debe lograr que el turismo sea “uno que incorpore, proteja y respete a la naturaleza, porque gran parte del turismo que se recibe en Misiones está vinculado con la oferta de naturaleza”.
