Las cataratas del Iguazú ubicada en la frontera entre Argentina y Brasil han registrado un volumen de agua 10 veces mayor que el habitual después de fuertes lluvias, o que generó el cierre de uno de los principales paseos turísticos del sitio por razones de seguridad. No obstante, este viernes reabrió sus puertas.
El flujo a través del enorme sistema de cascadas alcanzó los 14,5 millones de litros por segundo el miércoles por la noche, muy por encima de los habituales 1,5 millones por segundo, según fuentes del Parque Nacional Iguazú.
El alto nivel del agua llevó a las autoridades a cerrar los senderos en «Garganta del Diablo», mirador famoso por sus impresionantes vistas de las cataratas, después de que quedara parcialmente sumergido. Además esta avalancha de agua tan grande es «atípica» para octubre.
Antecedentes del 2014
Las cataratas se han agrandado por las fuertes lluvias en el estado de Paraná, en el sur de Brasil, donde funcionarios de emergencia dijeron el miércoles que 24 condados habían sido golpeados por «eventos meteorológicos severos» que dañaron unas 400 casas y obligaron a más de 1.200 personas a abandonar sus hogares.
El volumen de agua fue el más alto registrado en las cataratas desde junio de 2014, cuando el caudal alcanzó los 47 millones de litros por segundo.