Desde la organización ambiental informaron que llevan adelante desde 2019 acciones de restauración en varios sitios piloto, a través del Proyecto Bosque Atlántico. “Uno de esos sitios, es la Reserva Privada Curindy, de José Luis y Verónica De la Peña. Un predio de unas 600 hectáreas que está ubicado en Garuhape-mí, cerquita de Puerto Rico, Misiones”, indicó Damián Lozano, de Aves Argentinas.
“Estamos apoyando la plantación con nativas de unas cinco hectáreas y, además, acompañando un novedoso proyecto de yerba orgánica y yerba bajo monte. En total hemos plantado unas 950 plantas de pitanga, caroba, lapacho, cañafístola y peteriby”, enumeró. Además unas 5.5 ha hectáreas de yerba, que incluyeron 15.000 plantines.
“Siempre en alianza con los propietarios del predio y líderes del emprendimiento. La iniciativa contó con un apoyo inicial de la Entidad Binacional Yacyretá, que incrementó la compra de plantas nativas”, mencionó Lozano.
Para ir constatando los avances de la iniciativa y el manejo productivo en el que se encuentran embarcados, explicó que “usamos a las aves silvestres como indicadores para lo cual hicimos un diseño de muestreo que incluye establecer una línea de base de la comunidad de aves de la reserva y un conteo en los ambientes, dividiéndolos en ambientes de restauración sin yerba, restauración con yerba, bosque nativo adyacente, yerbal tradicional y bosque nativo núcleo sin uso. El trabajo lo haremos dos veces al año e incluye campañas de observación, grabación y fotografía de especies”, precisó.
La reserva presenta una gran riqueza de aves en más de 300 ha destinadas a conservación estricta.
En el transcurso de los ocho días de esta primera campaña, Damián Lozano, el experimentado observador Gustavo Luis Pradier y el fotógrafo Carlos Mocciola pudieron registrar 151 especies, entre las que aparecieron el Coludito de los pinos (Leptasthenura setaria), Gallito overo (Psilorhamphus guttatus), Halcón montés grande (Micrastus semitorquatus), Yacupoí (Penelope superciliaris) y Tataupá rojizo (Crypturellus obsoletus) entre otras.
“Confiamos que la continuidad de este trabajo nos permitirá tener buenos indicadores de las tareas de restauración y de producción amigable con el ambiente”, concluyó Lozano.