Desarrollaron en Posadas un aparato denominado “Árbol Metálico” que cumple la función de purificar el aire, mediante el proceso de transformación del dióxido de carbono en oxígeno. Facundo Acst, CEO de Giideba brindó detalles de este invento que contribuye al cuidado del medio ambiente y anticipó que en los próximos meses se realizará la presentación del artefacto.
Facundo Asct – Canal 12
Acst comentó que en el proyecto tuvo la colaboración de dos socios posadeños -Daniel Ferreira y Daniela Romero- también contó que la idea surgió cuando sus compañeros se encontraban trabajando en otro dispositivo.
Allí, descubrieron que con un químico se podía realizar la absorción del dióxido de carbono y cuando este atravesaba un filtro, se liberaba oxígeno. En las diferentes pruebas, observaron que el proceso se parecía a un árbol, pero de metal, y fue así que esa constatación dio origen al nombre.
“Cumple la función de un árbol porque toma el dióxido de carbono del ambiente, por un proceso químico en el filtro, descompone a la molécula de dióxido de carbono, liberando oxígeno y reteniendo el carbón, esto lo que hace es disminuir las partes por millón de carbono del ambiente”, explicó el CEO.
En tanto, sobre las partes por millón puntualizó que se trata de la huella de carbono, es decir, la cantidad de dióxido de carbono que se está liberando en un tiempo determinado o en ciertas actividades.
“Lo que queremos hacer con el aparato es ayudar a disminuir esa huella de carbono y esa cantidad de dióxido de carbono en el ambiente reteniéndolo en nuestro filtro, ese es el principio del árbol de metal”, detalló Acst.
Respecto de su aplicación señaló que lo ideal sería que estuviera en la vía pública, además están apuntando a instalarlo en las grandes industrias que son una de los mayores contaminantes del ambiente.
Finalmente, el CEO señaló que aún continúan en proceso de patentamiento, de certificaciones ambientales, pero el aparato está próximo a presentarse oficialmente, adelantó que será en los próximos meses.
En el 2020 hubo menos contaminación ambiental
La mayoría de los países que firmaron el Acuerdo de París redujeron sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2020, debido al inédito parate de la actividad económica que forzó la pandemia, y aseguran estar orientados hacia una transición verde; sin embargo, a días de una nueva cumbre climática en Estados Unidos, los esfuerzos todavía son insuficientes para cumplir con los compromisos asumidos en 2016 en cuidar el medio ambiente.
Próximo a la cumbre preparatoria que encabezará el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y de la que participará Alberto Fernández, se describen a continuación los compromisos y la performance de algunos de los países que más contaminan en el mundo, incluida la Argentina, en el puesto 155, según el sitio web Rastreador de Acción Climática (CAT).
China
Su compromiso fue “muy insuficiente”, según el índice del CAT, y no alcanzó el objetivo de mantener los valores del calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados, acordado en la Cumbre de Cambio Climático de Copenhague en 2009.
El año pasado, China se comprometió a fortalecer su objetivo climático 2030, con emisiones máximas de GEI hasta ese año para reducirlo luego y alcanzar la neutralidad de carbono en 2060.
Su política durante la pandemia colaboró con esos objetivos a través de paquetes de estímulo orientados hacia una transición verde de la industria y la fuerza laboral, al tiempo que mantuvo su compromiso con el uso de energías renovables.
Sin embargo, la actividad económica sigue siendo intensiva en carbono y requiere una alta demanda de energía proveniente de combustibles fósiles, a la vez que mantiene sus compromisos con la industria del carbón, a la que benefició revocando restricciones a los permisos para instalar nuevas plantas.
Estados Unidos
Sus compromisos son “críticamente insuficientes”. Si todos los estados tuvieran esta calificación, la más baja, el calentamiento global superaría los 4 grados centígrados.
Estados Unidos retrocedió en materia ecológica durante el Gobierno de Donald Trump, quien abandonó el Acuerdo de París y relajó las políticas ambientales.
Al asumir en enero pasado, el presidente Joe Biden volvió al acuerdo climático y firmó decretos para reducir los subsidios al sector petrolero y a la explotación de otros combustibles fósiles, al tiempo que presentó un plan de recuperación económica centrado en la creación de empleos verdes y el uso de energía limpia.
El año pasado, las emisiones de carbono bajaron por la parálisis productiva provocada por la pandemia, pero al mismo tiempo se relajaron las regulaciones ambientales, lo que permitió que las industrias violen normas sin ser multadas.
Rusia
Sus compromisos son “críticamente insuficientes”. La Estrategia Energética 2035 del Gobierno ruso tiene como objetivo apoyar y desarrollar las industrias de combustibles fósiles, ignorando en gran medida las energías renovables a las que incluso percibe como una amenaza para la expansión de los combustibles fósiles.
Al igual que la mayoría de los países, durante 2020 redujo las emisiones de GEI debido a la paralización de algunas actividades, pero no inició una transición verde.
Argentina
Su compromiso es “críticamente insuficiente” y está ubicada en el puesto 155 del ranking de países más contaminantes, a diferencia de los anteriores, que están a la cabeza de la lista.
Las medidas de recuperación adoptadas por el Gobierno nacional a partir de junio de 2020 están centradas en proteger a la industria del petróleo y el gas del colapso de los precios para proteger el empleo, mientras que las medidas de recuperación verde aún no tienen un rol protagónico en el programa de recuperación económica.