En el Parque Nacional Lago Puelo se desarrolló ayer un taller plenario destinado a actualizar de manera participativa el Programa Integral de Manejo y Restauración de las áreas afectadas por los incendios forestales ocurridos durante la temporada 2014-2015 en Chubut. La iniciativa reunió a representantes de distintos organismos y sectores vinculados a la gestión ambiental, al manejo forestal y a la planificación territorial, y permitió avanzar en el análisis colectivo de una propuesta técnica que busca orientar el proceso de recuperación ecológica a largo plazo en una zona que sufrió graves pérdidas ambientales hace una década.
Dado que los incendios de 2014 y 2015 dejaron más de cuarenta y dos mil hectáreas impactadas, entre las que se incluyen áreas de Lago Puelo, El Turbio y Cholila, el encuentro se configuró como un espacio de reflexión y trabajo conjunto. En este sentido, las autoridades remarcaron que la revisión del Programa Integral de Manejo y Restauración constituye un paso fundamental para consolidar una visión consensuada de largo recorrido, con un horizonte de treinta años, sobre cómo abordar la restauración del paisaje forestal chubutense.
Entre los funcionarios que participaron de la jornada se encontraron el intendente de Lago Puelo, Iván Fernández, el intendente del Parque Nacional Lago Puelo, Sergio Rusak, y el secretario de Bosques de Chubut, Abel Nievas Arroyo. Asimismo, asistieron representantes del proyecto ProCLIM-AR, como Manuel Jaramillo, director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Daniel Taras, director de ProCLIM-AR y coordinador de GIZ Argentina, y Laura Sifonios, integrante de la Fundación AVINA. La jornada fue facilitada por la ACDI Asociación Cultural para el Desarrollo Integral, que acompañó los procesos de consulta y sistematización técnica.
Desde el inicio del encuentro, los organizadores remarcaron que el objetivo principal radica en afianzar un proceso participativo que permita incorporar las voces de los distintos actores que intervienen en la gestión del territorio. A través de la revisión conjunta de los avances técnicos, se buscó identificar fortalezas, desafíos y oportunidades para consolidar un documento actualizado que sirva de guía para las próximas décadas.
En este contexto, se repasó el trabajo previo realizado a lo largo de varios meses. Se detallaron tanto los relevamientos de campo como los procesos de consulta con instituciones locales, especialistas y comunidades. También se expusieron las bases técnicas sobre las cuales se elaboró la propuesta de actualización. A partir de esta presentación, las y los participantes fueron invitados a trabajar en grupos para analizar los ejes estratégicos del programa y aportar nuevas observaciones, inquietudes o propuestas. Posteriormente, todo lo discutido fue compartido en un plenario final que permitió continuar robusteciendo el contenido del documento.
Los organizadores destacaron que la actualización del Programa Integral de Manejo y Restauración plantea entre sus principales líneas la continuidad y el fortalecimiento de la cadena de producción de plantas nativas, considerada una herramienta esencial para la restauración activa mediante la plantación. Esta línea de acción resulta especialmente relevante en áreas donde la regeneración natural es lenta o insuficiente. Además, se discutió la incorporación de un programa de Manejo de Bosques con Ganadería Integrada, más conocido como MBGI, que busca compatibilizar la actividad productiva con la conservación de los ecosistemas.
Otra de las líneas abordadas fue la formulación de estrategias para el manejo de especies exóticas invasoras, también conocidas como EEI, que representan una amenaza permanente para la recuperación de los ecosistemas afectados por incendios. Estas especies, que se propagan rápidamente y desplazan a la vegetación nativa, requieren intervenciones específicas y sostenidas para evitar su expansión y favorecer el restablecimiento del equilibrio ecológico. Asimismo, el documento propone fortalecer las acciones de educación y sensibilización orientadas a la prevención de incendios, ya que gran parte de los siniestros forestales tienen su origen en causas antrópicas.
El proyecto ProCLIM-AR impulsa la restauración del paisaje forestal afectado por los incendios de 2014 y 2015 con un foco particular en las más de cuarenta y dos mil hectáreas dañadas que se distribuyen en las zonas de Lago Puelo, El Turbio y Cholila. Este proyecto forma parte del componente Restauración de Paisajes Forestales, conocido como RPF, uno de los cuatro ejes del programa Promover vías de desarrollo bajas en carbono y resilientes al clima para Argentina. Se trata de una iniciativa implementada por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit GmbH, también identificada como GIZ, en el marco de un acuerdo de cooperación bilateral entre los gobiernos de Argentina y Alemania. Toda esta cooperación se enmarca en la Iniciativa Internacional sobre el Clima IKI, impulsada por el gobierno federal alemán a través del Ministerio Federal de Medio Ambiente Protección del Clima Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear BMUKN.
Según se explicó durante el encuentro, la implementación del componente Restauración de Paisajes Forestales está a cargo de un consorcio integrado por la Fundación Vida Silvestre Argentina, que ejerce el liderazgo institucional, la agencia de cooperación alemana para el desarrollo GIZ y la Fundación AVINA. A su vez, este consorcio cuenta con el apoyo técnico y metodológico de ACDI. En representación del gobierno argentino participan dos entidades. Por un lado, interviene la Dirección Nacional de Bosques Nativos, perteneciente a la Subsecretaría de Ambiente. Por otro lado, participa la Dirección de Producción Sostenible, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. A nivel local, se suman la Secretaría de Bosques de Chubut y, en la provincia de Misiones, el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones.
Durante la jornada se remarcó que la actualización del programa parte del reconocimiento de que los incendios de 2014 y 2015 generaron un impacto profundo en la estructura del bosque y afectaron la biodiversidad, la capacidad de regeneración natural y los servicios ecosistémicos que dependen de estos territorios. Las autoridades señalaron que la restauración de estas áreas requiere intervenciones sostenidas en el tiempo, monitoreo permanente y coordinación interinstitucional, ya que la recuperación ecológica de un ecosistema forestal puede demorar varias décadas.
A lo largo del plenario, los especialistas coincidieron en que la restauración forestal no se limita a la plantación de árboles, sino que debe contemplar el funcionamiento integral de cada ecosistema. De acuerdo con las conclusiones compartidas, la actualización del programa busca fortalecer la planificación en función de los diferentes escenarios climáticos, las características del suelo, la disponibilidad de agua y las dinámicas sociales y productivas que atraviesan el territorio. Asimismo, se resaltó la importancia de involucrar a las comunidades locales, no solo como beneficiarias directas del proceso de restauración, sino también como actores centrales en la detección de amenazas, la implementación de acciones y el seguimiento a largo plazo.
En este sentido, se destacó que la participación ciudadana es uno de los pilares del proceso. Por ello, el plenario se planteó como un espacio abierto para que diversos actores pudieran sumar sus perspectivas. Entre ellos se incluyeron referentes de organismos públicos, integrantes de organizaciones de la sociedad civil, profesionales especializados, representantes de instituciones de conservación y actores vinculados a la actividad productiva. La intención es que el documento final refleje una visión compartida que resulte viable desde el punto de vista ecológico, social y económico.
A lo largo de los intercambios surgieron aportes relacionados con la necesidad de fortalecer la producción local de plantas nativas, ya que este componente no solo resulta estratégico para la restauración, sino que también puede convertirse en una oportunidad para el desarrollo de viveros comunitarios y la generación de empleo local. Del mismo modo, se señalaron oportunidades para profundizar la integración entre las estrategias de restauración y las prácticas productivas, especialmente en lo referido al Manejo de Bosques con Ganadería Integrada. Esta práctica, que combina la actividad ganadera con la conservación forestal, fue presentada como una alternativa que podría favorecer la sustentabilidad económica de los productores al mismo tiempo que se protege el bosque nativo.
Otro punto destacado fue la gestión de especies exóticas invasoras. Las instituciones participantes remarcaron que el avance de estas especies constituye un desafío permanente que debe ser abordado de manera planificada y coordinada. Asimismo, se subrayó que la educación ambiental representa una herramienta clave para generar conciencia sobre la prevención de incendios. La sensibilización de turistas, residentes y actores productivos es considerada un componente imprescindible para reducir los riesgos de nuevos siniestros.
El taller finalizó con la puesta en común de las observaciones elaboradas por cada grupo de trabajo. Estas aportaciones serán sistematizadas e incorporadas a la versión final del documento, que continuará su proceso de revisión con el objetivo de convertirse en una herramienta de referencia para orientar la restauración forestal en Chubut durante las próximas décadas. Las autoridades presentes coincidieron en que la actualización del programa constituye un paso esencial para afianzar una mirada integral del manejo del territorio y para consolidar políticas públicas basadas en el conocimiento científico y en la participación ciudadana.
Concluido el encuentro, los representantes de las organizaciones involucradas reafirmaron su compromiso con el avance del proceso. Según expresaron, la restauración de las áreas afectadas es un desafío complejo que requiere articulación interinstitucional, financiamiento sostenido y una planificación que contemple tanto las particularidades ecológicas del bosque cordillerano como las necesidades de las comunidades que habitan el territorio. En este marco, el trabajo conjunto entre organismos nacionales, provinciales y locales, sumado al apoyo de iniciativas de cooperación internacional como ProCLIM-AR, resulta fundamental para garantizar resultados efectivos a largo plazo.
La jornada de Lago Puelo se consolidó así como un hito en el camino hacia la restauración ecológica de Chubut. El proceso que comenzó con la revisión participativa del Programa Integral de Manejo y Restauración continuará avanzando con nuevas instancias de intercambio que permitirán seguir robusteciendo el documento y afianzar una política pública destinada a recuperar de manera integral las zonas afectadas por los incendios que marcaron profundamente la historia ambiental de la provincia.
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